Villahermosa del Campo, localidad turolense con un centenar de habitantes censados, vivió ayer un momento histórico con la presencia del seleccionador Vicente del Bosque y la nadadora paralímpica, Teresa Perales, que asistieron como padrinos al campeonato nacional de futbolín que se celebra desde hace cuatro años en la localidad. Ambos tuvieron un recibimiento multitudinario y fueron muchos los que provistos de las camisetas de la Roja tiñeron de este color las calles del pequeño pueblo.

La presencia de ambos padrinos causó una gran expectación pero fue del Bosque el que atrajo a numeroso público de toda la comarca del Jiloca, que lo recibió con vítores y cantos a la selección nacional.

"Ya he llegado, aunque con un minuto de retraso", dijo el técnico en cuanto apareció en la plaza del pueblo haciendo gala de una puntualidad casi británica.

Vicente del Bosque llegó a Villahermosa del Campo solo, conduciendo su vehículo desde Madrid, y aseguró que no le había costado mucho localizar el municipio. Manifestó que él ya conocía la ciudad de Teruel, pero no las tierras del Jiloca. Los vecinos destacaron su "amabilidad infinita", ya que se mostró, cordial en todo momento, a pesar de la marea humana que pugnaba por conseguir un autógrafo, una fotografía o un simple apretón de manos con el seleccionador campeón del mundo.

Con gran paciencia y en compañía de Teresa Perales, atendieron durante más de dos horas a todos aquellos que quisieron acercarse hasta ellos con camisetas, balones, chalecos y todo aquello susceptible de ser firmado, además de atender también extensas sesiones fotográficas. Los más pequeños coreaban su nombre y lucían los colores de la selección en las mejillas, mientras el selecionador se disponía a jugar una partida de futbolín con Teresa Perales. Curiosamente, el primer gol lo metió el entrenador al mando de las figuras del Madrid a la portería de la nadadora, que conducía el equipo del Barça.

Sorprendido

Vicente del Bosque estuvo firmando autógrafos durante hora y media y manifestó que permanecería así hasta el final: "He venido a esto y no me iré hasta que no termine". Si bien, no se quedó a comer. Dijo que sus múltiples obligaciones le requerían en Madrid.

Del Bosque y Perales fueron premiados con el trofeo 'Ternasco' y 'Jamona', respectivamente, galardones que la organización otorga a las personalidades que apadrinan el torneo. También fueron los encargados de hacer el saque de honor a los mandos de un futbolín.

"Estoy sorprendido por la acogida -declaró el técnico- y el calor de la gente en un pueblo tan pequeño como este". Teresa Perales, por su parte, sin perder nunca la sonrisa, dijo estar "encantada de ser jamona de Teruel". Ambos recibieron productos cárnicos típicos de la gastronomía turolense y aragonesa.

El pueblo se llenó hasta rebosar con los jugadores llegados de todas las provincias españolas. Más de 120 parejas participaron en la competición, atraídos por los premios. Solo los ganadores recibieron 3.000 euros. El evento, que ya de por sí cuenta con una excelente acogida, se vio reforzado este año con la presencia de las dos importantes figuras del deporte nacional.

"Conseguir promoción de Villahermosa, el Jiloca y la provincia es el objetivo de este evento", explicaba Olga Sánchez, de la organización. De hecho, la prueba atrajo a numerosos medios de comunicación nacionales y regionales.

La competición comenzó su andadura por la gran afición que existe en el pueblo de este deporte, pero también por la singularidad de una prueba deportiva, poco usual en el panorama nacional. Cada vez logra una mayor aceptación y el pueblo multiplica su población, aunque sea solo por unas horas.