Ricardo Alcón, de 34 años, va a ser juzgado dos veces por los mismos hechos. Acusado en diciembre de 2006 de haber matado a su padre en la casa familiar de Linares de Mora y absuelto tres años más tarde por un jurado popular, su juicio se repetirá los días 19 y 20 del próximo mes de septiembre. El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), atendiendo al recurso presentado por la Fiscalía de la Audiencia de Teruel, entiende que el veredicto del jurado, que exculpó a Alcón por «falta de pruebas que demuestren su culpabilidad», no estuvo bien argumentado.

Alcón se muestra muy enfadado con la Justicia y dice que le están «partiendo la vida por la mitad». «Solo quiero que todo esto acabe cuanto antes y pueda empezar una vida nueva; ahora no puedo hacer planes, vuelvo a estar bajo sospecha y tengo un hondo malestar. Esto no es justo», se queja.

Mientras poda las ramas de las carrascas de la enorme finca trufera que tiene a su cargo desde hace dos años en la comarca de Gúdar-Javalambre, afirma que la Justicia «no es seria». «Si me absolvió un jurado popular elegido por la Ley y cumpliendo en el proceso todos los requisitos, ¿a qué viene ahora volver a juzgarme?». «He perdido la confianza en la Justicia», lamenta.

Aquel 7 de diciembre de 2006, sobre las 6.30, el cadáver del padre de Ricardo Alcón, Lorenzo, de 61 años de edad, estaba tendido al pie de las escaleras de la casa en medio de un charco de sangre y había salpicaduras por las paredes. El hombre presentaba profundas heridas en la cabeza que le habrían producido la muerte. En la vivienda, de varias plantas, no había nadie más que el fallecido y su hijo y las puertas no habían sido forzadas. Ricardo dijo que era un accidente y que él no oyó ruidos al dormir dos pisos más arriba.

La Fiscalía afirmó desde el principio que Ricardo Alcón había golpeado a su padre con algún objeto contundente y pidió para él 20 años de cárcel. La defensa, sin embargo, sostuvo que las heridas eran compatibles con una caída del anciano por las escaleras, quizá motivada por un desvanecimiento o por un ictus cerebral como el que ya había sufrido hacía algunos años.

Ricardo Alcón insiste ahora en que es inocente y que el segundo juicio no servirá sino para revivir un triste suceso que ha truncado su vida por completo. «Tengo la conciencia muy tranquila. Ganamos un juicio y volveremos a ganarlo», asegura. Subraya que el jurado popular lo absolvió por mayoría, siete votos contra dos, «y lo decidieron en solo dos horas de deliberación».

Añade que «si la Justicia no confía en los miembros de un jurado popular, que sea un tribunal profesional quien juzgue directamente ¿no?». Recuerda que, a raíz de su imputación, muchas personas le dieron la espalda. No descarta, además, si finalmente es absuelto, reclamar por el perjuicio que le supuso cumplir 13 meses de prisión preventiva. El suyo no será el único juicio con jurado que se repita este año en Teruel. El 30 de mayo volverá a sentarse en el banquillo un vecino de Calanda acusado de matar a su esposa, que también fue exculpado.