Blog - Tinta de Hemeroteca

por Mariano García

SIN SOLUCIÓN

La plantilla de Pelbor se va a la calle al fracasar todas las negociaciones para reflotar la empresa

Los trabajadores del matadero firmaron ayer en el Ayuntamiento de Calamocha el acta de extinción de empleo.

La foto muestra una de las numerosas asambleas mantenidas en los últimos meses.
La plantilla de Pelbor se va a la calle al fracasar todas las negociaciones para reflotar la empresa
ANTONIO GARCíA

En medio de un ambiente de desilusión y abatimiento firmaron ayer los trabajadores del matadero de Pelbor de Calamocha el acta de extinción de sus relaciones laborales con la empresa.

Este trámite, que se llevó a cabo de mutuo acuerdo, tuvo lugar en el Ayuntamiento de la localidad, en el mismo escenario que ha servido durante los últimos meses para exponer sus reivindicaciones y el marco de más de un mes de encierros.

La extinción, a la que se ha visto obligada la plantilla a causa del fracaso de las negociaciones mantenidas hasta ahora para reflotar el matadero, afecta a 81 trabajadores que a partir de hoy pasarán a engrosar las listas del paro. No obstante, este dictamen no será oficial hasta que lo decrete en los próximos días el juez que dirige el concurso de acreedores a que está sujeto el matadero.

El portavoz de la plantilla, Mario Burillo, manifestó que "no ha habido posibilidad alguna de alcanzar acuerdos" para mantener el negocio. "Ha sido mucho tiempo de esfuerzo y de trabajo para llegar a unas propuestas inaceptables para los trabajadores", agregaba Burillo, haciendo referencia al plan para salvar la industria presentado en noviembre por Caja Rural de Teruel -uno de los socios junto con la familia Martín de la empresa-.

Burillo considera que las "draconianas" condiciones establecidas en este plan "hacen pensar que los empresarios no tenían intención de contar en un futuro con la actual plantilla". Agregó que tras haber cedido, incluso, en la reducción a 60 empleados y de las nóminas, los términos de la propuesta resultaban inasumibles. "Todo tiene un límite -manifestó el portavoz- y no estábamos dispuestos a seguir cediendo en materias como la flexibilidad laboral, por ejemplo". Según dijo el representante de los trabajadores, la propuesta exigía "una disposición casi absoluta con la empresa, sin prácticamente jornadas ni horario laborales".

Una cooperativa poco viable

Tampoco parece viable la constitución de una cooperativa, una medida que contemplaban algunos de los operarios. Mario Burillo señaló que si bien este proyecto no se ha desestimado por completo, parece "complicado llevarlo a cabo, sobre todo, en un momento de crisis económica como el que estamos viviendo".

Los 81 trabajadores que se quedan en la calle han consumido parte de su derecho al desempleo como consecuencia de haber estado sujetos a varios expedientes de regulación de empleo durante el último año.

La empresa tiene varias deudas salariales contraídas con la plantilla a causa de retrasos, cantidades que serán asumidas por el Fondo de Garantía Salarial.

Mario Burillo indicó que, por el momento, seguirán en el matadero cuatro trabajadores dedicados a labores de mantenimiento y administración.

El alcalde de Calamocha, Joaquín Peribáñez, consideró "un duro golpe" la extinción de las relaciones laborales de la plantilla. Según señaló, este matadero ha sido durante más de veinte años -comenzó de la mano de Óscar Mayer- todo un referente del sector cárnico en Calamocha y en la comarca del Jiloca.

"Iniciaremos el año 2011 con una situación socioeconómica preocupante, pero hay que seguir trabajando en la línea de poder incorporar a la zona alguna empresa que pueda minimizar el impacto de esta pérdida de puestos de trabajo", manifestó el alcalde.

Iniciativas empresariales

Peribáñez dijo que aunque hay iniciativas encaminadas a lograr la implantación de nuevos proyectos empresariales, estas todavía están en una fase muy embrionaria. "Ojalá pudiera anunciar algo muy pronto, pero no hay que crear falsas expectativas". "Tenemos que transmitir ilusión, pero hay que ser prudentes", apostilló.

Mario Burillo hizo, por su parte, un llamamiento a las diferentes administraciones para que "en el caso de que proporcionen subvenciones a nuevas iniciativas empresariales, se tenga en cuenta a la plantilla de Pelbor". "Sobre todo -añadió- a los que están en el segmento de edad de entre 45 y 55 años, que son los que lo tienen más difícil para encontrar un nuevo empleo".