TERUEL

Primeros pasos para ordenar y revitalizar el barrio de San Julián

La Fundación Ollerías presenta el anteproyecto de un gran complejo cultural.

En la parte izquierda de la recreación infográfica se observa lo que sería el museo de alfarería.
Primeros pasos para ordenar y revitalizar el barrio de San Julián
HERALDO

El barrio de San Julián, una de las zonas más desordenadas urbanísticamente de la capital, podría recobrar dinamismo y vitalidad si prospera el proyecto de creación de un gran complejo cultural en torno a la alfarería, que plantea la Fundación Ollerías Siglo XXI.


Esta entidad, constituída con la finalidad de recuperar el patrimonio alfarero de la capital y su proyección como recurso turístico y cultual, presentó el jueves al equipo de gobierno municipal y a los partidos políticos el anteproyecto de un museo con la idea de que pueda ser incluido en sus correspondientes programas electorales. La primera medida de su propuesta pasa, no obstante, por la adquisición de los terrenos, una medida que, según la presidenta de la Fundación, Isabel Gorbe, se puede poner en marcha sin dilación, a pesar del momento de crisis económica que padecemos.


"Es posible sin coste alguno con gestión urbanística, si el Ayuntamiento se implica y lidera el proyecto", señalaba Isabel Gorbe. La reparcelación de los terrenos en los que se pretende instalar el complejo, y que son de titularidad tanto pública como privada, es la solución que, a juicio de los miembros de la Fundación, "la ley pone en nuestras manos". Esto permitiría, además, desbloquear el suelo de propietarios particulares que permanece inmovilizado desde hace más de una década.


La Fundación ha presentado alegaciones a la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, en la actualidad en proceso de redacción, para que se contemple la reparcelación y "se desarolle en primer lugar esta área", indicó Isabel Gorbe.


Empleo y formación


Aunque el complejo cultural es el buque insignia del proyecto, la iniciativa es mucho más ambiciosa y prevista a largo plazo, según Gorbe. La faceta de generación de empleo y la formación académica y profesional que irían asociadas al centro son otros elementos a tener en cuenta. "La propuesta incluye talleres de empleo en rehabilitación de bienes muebles e inmuebles. La cerámica se puede convertir en un referente de formación con grandes posibilidades, incluso para postgrados".


El complejo permitiría rescatar las alfarerías que hasta el siglo XX salpicaron el barrio, entre ellas la de los hermanos Górriz, declarada Bien de Interés Cultural. Contempla, además, la creación de un Museo de más de 1.500 metros cuadrados de superficie, cuyo objetivo, según el arqueólogo, Javier Ibáñez, es recuperar "el papel relevante en la historia de Teruel que tuvo la alfarería y la cerámica".


El proyecto de Ibáñez comprende un gran bloque histórico sobre los orígenes de la cerámica turolense y su vinculación con los monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad de la capital. Pero también contempla la exhibición de maquetas, reproducciones, viajes virtuales a través de ciudades con patrimonio cerámicos y elementos interactivos.