INFRAESTRUCTURAS

Fomento insiste en hacer la variante de Villalba Baja que rechazan el Ayuntamiento y los vecinos

El Ministerio continúa la tramitación ambiental del proyecto que fue desestimado por el Consistorio al discurrir pegado a casco urbano de la pedanía.

El Ministerio de Fomento insiste, en la tramitación de la autorización ambiental de la variante de la N-420 por Villalba Baja, en que la mejor opción de trazado es la que discurre pegada al borde oeste del casco urbano de la pedanía. Se trata de una solución que ha sido rechazada frontalmente por la población y por el pleno del Ayuntamiento de Teruel.

El Ministerio de Medio Ambiente acaba de remitir al Ayuntamiento la documentación elaborada por el Ministerio de Fomento dentro del proceso de consultas que servirá para determinar si es preciso o no someter la obra a una evaluación de impacto ambiental. Este trámite fue una exigencia legal planteada cuando el proyecto estaba ya en redacción. Fomento se inclina, también por cuestiones medioambientales, por la alternativa que rechaza la población.

Junta de Portavoces

El alcalde, Miguel Ferrer, convocó una Junta de Portavoces que se celebrará hoy para analizar, entre otras cuestiones, las conclusiones de la documentación ambiental elaborado por Fomento sobre la polémica variante. Ferrer advirtió, no obstante, que es "muy poco probable" que el contenido del documento modifique la postura de la Corporación, contraria al proyecto por considerar que supone una cortapisa al desarrollo futuro de la pedanía. Previsiblemente, el Consistorio reiterará ante el Ministerio de Medio Ambiente su rechazo al recorrido de la circunvalación.

Ferrer señaló que todas las opciones de trazado para la variante en las que se basa el trámite de autorización ambiental han sido rechazadas por el Ayuntamiento. Las tres que discurren por el este por su afección en la vega del Alfambra y las localizadas al oeste por su excesiva cercanía al casco urbano. La primera opción degradaría un paisaje muy sensible, mientras que la segunda impediría el crecimiento urbano e incluso la edificación en áreas ya consolidadas.

La oposición vecinal al trazado por el oeste -finalmente desarrollado en un proyecto- se concretó en una recogida de firmas en contra y en la comparecencia de un portavoz del barrio rural en el pleno del Ayuntamiento que culminó con el rechazo del Consistorio a la obra.

El PAR, dividido

Este asunto confirmó la profunda división interna del grupo municipal del PAR al votar uno de sus miembros, Julio Esteban -que acababa de ser destituido por el alcalde de todas sus delegaciones-, en contra del equipo de gobierno PAR-PSOE y a favor de la postura vecinal. Sin embargo, a pesar de que el Ayuntamiento comunicó a Fomento su rechazo al proyecto de la variante, el Ministerio sigue adelante con su tramitación ambiental.

El Ayuntamiento también planteó a Fomento, como solución intermedia, que rebajara la franja de afección -en la que no puede edificarse- a ambos lados de la variante, de los 100 metros previstos a solo 25, pero el Ministerio ni siquiera respondió a esta sugerencia.

Inicialmente, el Consistorio de Teruel se opuso al trazado por el este de Villalba. Fomento optó en 2006 por encargar el proyecto que discurre por el oeste de la población. Sin embargo, debido a la presión vecinal, también se pronunció en contra de esta alternativa en 2009. Los vecinos señalaron que, si no se movilizaron antes, fue por falta de información sobre las consecuencias urbanísticas del trazado oeste.

La variante de la N-420 permitiría desviar el tráfico rodado, que ahora discurre por el centro del pueblo, por el exterior del casco urbano. Tendría un recorrido de 2,6 kilómetros y contaría con dos carriles de 3,5 metros de anchura cada uno.