TERUEL

Miles de turolenses degustaron un bocadillo gigante de jamón y cañada

En la elaboración de este alimento, protagonista de uno de los actos estrella de las Ferias de Alimentos de Calidad, se utilizaron 500 kilos de harina y 50 perniles

Jamón y pan de cañada artesana fueron los ingredientes de la apetitosa merienda que ayer degustaron los turolenses. Un bocadillo gigante de 320 metros que se repartieron entre siete mil personas, colocadas alrededor de una hilera de mesas que precisó el cierre al tráfico de varias calles del Ensanche.


Esta iniciativa, que se desarrolla por cuarto año consecutivo durante las Ferias del Jamón y Alimentos de Calidad, es una de las que mayor respuesta popular reciben tanto por la vistosidad del acto, como por los deliciosos productos utilizados en la elaboración de la merienda, realizada a través de la Asociación Provincial de Panaderos.


Más de 500 kilos de harina, 30 litros de aceite de oliva virgen del bajo Aragón y 50 jamones de Denominación de Origen se usaron para realizar el enorme bocadillo, que ocupó un espacio situado entre el Viaducto Viejo y el parque de los Fueros.


Media hora antes del inicio de la degustación, la zona acordonada próxima a las mesas ya se encontraba repleta de personas, la mayoría ancianos y niños que no quisieron perderse ni un bocado del sabroso bocata. "He venido a comer mi ración de bocadillo los cuatro años que se ha celebrado este acto y si puedo no me perderé el del año que viene, porque nuestro jamón de denominación está riquísimo", señalaba María Moya, una anciana que ocupaba la primera fila, al lado de las vallas. A partir de las siete y media, la zona de la Fuente de Torán se convirtió en un hervidero. Gentes de todas las edades se concentraban en los puntos de reparto, unos espacios estratégicos donde voluntarios de la Asociación Española Contra el Cáncer distribuían las raciones.


Además del jamón, los turolenses valoraron especialmente el pan, una pieza de gran esponjosidad que se convirtió en la envoltura perfecta de la estrella de los alimentos cárnicos. A Andrés Villacampa, un hombre de mediana edad, no le pasó inadvertida la delicia gastronómica. "Creo -decía- que la cañada ha conseguido la C de calidad".


Francisco Sánchez lamentaba la "enorme fila" que tuvo que guardar durante más de media hora para conseguir su ración. Agregó, no obstante, que al final "la espera valió la pena por la exquisitez del bocata".


El aniversario, el año que viene


Las Ferias del Jamón, como así se denomina esta celebración desde los últimos cuatro años, han alcanzado grandes cotas de popularidad al sacar los actos a la calle.


El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jamón de Teruel, Enrique Bayona, explicó que esta institución "se siente satisfecha" del modo en que se viene desarrollando la fiesta, pero agregó que para la edición del próximo año, en el que se cumple el 25 aniversario de la celebración de este acontecimiento, se pretende rescatar el carácter comercial que tuvo hace varios años. "Habrá que pedir un esfuerzo a los industriales e instituciones para organizar una edición especial", indicó Bayona.


El presidente del Consejo Regulador explicó que la crisis económica no ha afectado prácticamente a la producción del jamón de denominación, y agregó que el único sector que ha sentido los coletazos de las dificultades financieras ha sido el ganadero. "Como medida preventiva -precisó Enrique Bayona- hemos establecido una serie de créditos blandos que han permitido mantener la cabaña porcina". Indicó que como consecuencia, la producción no se ha visto mermada, de manera que se espera alcanzar o superar al final de este año las 700.000 piezas de jamón de calidad.


Como complemento a los actos de carácter gastronómico, la ciudad recibirá durante este fin de semana cerca de dos mil motoristas, que acudirán al reclamo de la vigésimo segunda concentración motera. Los aledaños del Palacio de Exposiciones serán el escenario principal de este encuentro.