TERUEL

Las obras de la estación, en su recta final, obligan a suprimir la sala de espera y los aseos

Los pasajeros tienen que aguardar la llegada del tren en el andén y utilizar sanitarios portátiles. Los trabajos, cuya finalización esta prevista para el mes que viene, mejorarán el edificio de viajeros y las vías.

Las obras de renovación de la estación de Teruel, que comenzaron en julio del año pasado y tienen un plazo de ejecución de 10 meses, se encuentran ya en la recta final, pero esta fase está resultando la más molesta para los viajeros. Los trabajos, que hasta ahora han pasado prácticamente inadvertidos para usuarios y empleados de las instalaciones, han obligado a suprimir en los últimos días -para poder llevar a cabo las reformas necesarias- la sala de espera y los aseos.


La situación obliga a los pasajeros a aguardar la llegada del tren en el exterior, en alguno de los tres bancos que hay bajo la marquesina metálica situada junto a los andenes. Asimismo, en lugar de los aseos, los viajeros tienen que utilizar las cabinas portátiles con váteres que han sido instaladas en el entorno de la estación de la capital turolense.


Varios viajeros constataban ayer los inconvenientes que han ocasionado las obras, pero todos ellos daban por bien empleadas las molestias si el resultado final es una estación en mejores condiciones que antes, sin goteras ni manchas de humedad, más confortable y con más y mejores servicios ferroviarios.


"Lo que hace falta es que la dejen bien y que nos dejen el ferrocarril, que en esta provincia nunca tenemos nada seguro, todo peligra", manifestó Leonor Clavero, una mujer que iba a la localidad de Alba del Campo. La señora destacó que, al haberse eliminado la sala de espera, "ahora no hay teléfono ni un sitio resguardado para sentarse".


Más espacio

Desde la entidad pública empresarial Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) indicaron que las obras está previsto que acaben el próximo mes de junio y que será entonces cuando todo vuelva a la normalidad en la estación. Con anterioridad a esa fecha habrán terminado los trabajos de mejora en la sala de espera, en la que se está poniendo un suelo nuevo y se está ampliando la superficie, y en los aseos, que habían quedado obsoletos, con lo que estos dos espacios podrán ya ser utilizados.


En la actualidad hay un centenar de personas trabajando en la reforma de la estación, ya sea en la zona de vías y andenes, donde se está consiguiendo una mayor longitud útil, o en el edificio de viajeros, en el que se está realizando una rehabilitación integral, con la sustitución del tejado y la restauración de la fachada, de piedra de rodeno.


Fuentes de Adif explicaron que estos días se trabaja en la renovación de las vías y muy pronto se colocará la nueva cubierta del edificio de viajeros. Está muy avanzada la construcción de un paso inferior entre andenes para los viajeros, del que hasta ahora carecía la estación, y la instalación de un nuevo enclavamiento electrónico, el sistema que ordena los movimientos de los trenes en el interior de las estaciones.


El proyecto contempla la conservación de los edificios históricos -los construidos a principios del pasado siglo XX, cuando se abrió la estación- y la demolición de otros más recientes y en desuso. Entre los primeros está el edificio de viajeros, un depósito de agua y dos grandes cocheras, así como una amplia nave de piedra de rodeno que volverá a utilizarse. A los segundos pertenecen dos pequeñas casetas a derecha e izquierda del inmueble principal.


De la marquesina de hierro sobre el andén principal, que constituye una de las imágenes más conocidas de la estación, se guardará la estructura principal, pero se cambiarán las planchas metálicas que hacen de tejado y que son relativamente recientes. Este porche data de los años siguientes a la Guerra Civil y sustituyó al anterior, muy parecido, que quedó destruido en el conflicto bélico.