TERUEL

Piden cárcel para el conductor acusado de ir a 123 kilómetros por hora en ciudad

Es uno de los primeros presuntos delitos contra la seguridad del tráfico por exceso de velocidad que ven los juzgados turolenses desde que se endureciera la ley en diciembre.

El Ministerio Fiscal solicitó ayer seis meses de prisión y tres años de retirada del carnet de conducir para un joven, Pascual B. P., de 28 años de edad, acusado de conducir a 123 kilómetros por hora por la Vía Perimetral de Teruel, donde la velocidad máxima permitida es de 50 kilómetros por hora. El procesado, para quien su abogado defensor pide la absolución, fue juzgado ayer en la capital turolense y se espera que en los próximos días pueda conocerse la sentencia.


El caso de Pascual B. P., junto con el de otro joven, Brayan V. F., quien según la Policía Local circulaba a 148 kilómetros por hora también por la Vía Perimetral, son los primeros presuntos delitos contra la seguridad del Tráfico por exceso de velocidad que llegan a los juzgados turolenses después de que el pasado mes de diciembre se endureciera la ley incluyendo penas de prisión para este tipo de infracciones. Por otro lado, un turolense fue también, a principios de este mes de mayo, el primer español que entró en la cárcel por conducir sin carnet -lo tenía retirado- tras la reforma de un capítulo del Código Penal que castiga esta infracción con la pena de reclusión y que entró en vigor el 1 de mayo.


Según el relato que el fiscal hizo ayer de los hechos, Pascual B. P. fue captado por el radar de la Policía Local el día 24 del pasado mes de abril sobre las 19.00 horas cuando conducía a una velocidad que superaba en 73 kilómetros por hora los límites fijados. Esta versión coincidió con la que ofrecieron los dos testigos personados en el juicio, dos agentes de la Policía Local.


Sin embargo, el acusado atribuyó ayer ese exceso de velocidad a un fallo personal que, de acuerdo a su versión, consistió en poner la tercera marcha en lugar de la quinta cuando iba a realizar una maniobra de adelantamiento a otro vehículo. Según explicó, a resultas de esta equivocación, "el coche pegó un tirón y salió disparado".


"Foto confusa"


El perito llamado por la defensa opinó que la limitación de velocidad establecida en la Vía Perimetral o ronda de barrios, inaugurada hace apenas unas semanas, le parecía inadecuada, es decir, demasiado baja, para las condiciones de circulación que presenta dicha calle, en la que apenas hay pasos de peatones y no se cruza ninguna otra vía. Añadió que una de las fotos tomadas por la Policía Local induce a confusión al aparecer en ella dos vehículos y, por último, destacó también que en las imágenes el coche aparece con los pilotos de freno encendidos, lo que podría llevar a pensar que el acusado intentaba reconducir la situación, lejos de estar realizando una conducción temeraria.


A la hora de las conclusiones, el fiscal no ocultó su incredulidad en torno a la explicación aportada por Pascual B. P. y reiteró su petición de medio año de prisión y tres años de retirada del carnet para el imputado al estimar que esta pena es ajustada al supuesto delito juzgado. "Es un peligro conducir así", indicó el representante de la acusación pública.


Atestado


El abogado de la defensa, apoyado principalmente en las conclusiones del perito, afirmó que el atestado policial no fue confeccionado correctamente, entre otras cosas "porque no se identifica bien al vehículo". Esta parte alegó también que el policía que utilizaba el radar no había realizado cursillos de especialización sobre este cometido que, a su juicio, son totalmente necesarios. El letrado subrayó que "no hubo conducción temeraria" y que su defendido, por tanto, debería ser absuelto.


Los controles que dieron como resultado las denuncias contra Pascual B. P. y Brayan V. F. formaban parte de una campaña a nivel nacional contra las infracciones de tráfico en la que participa la Policía Local de Teruel.