"Al principio pensé que me había equivocado"

Serafín Benedí, maestro de Primaria en el Colegio Público Miraflores, es uno de esos aficionados a la Naturaleza que aprovecha vacaciones y días libres para recorrer montes, caminos y riberas. "Suelo andar por esos barrancos a menudo. La pasada primavera vi una zona de piedras que me llamó mucho la atención, así que me dije que un día tendría que subir y verla. Ese día no llegó hasta el 25 de agosto pasado. En cuanto estuve allí, me dije, 'esto es pintura rupestre'. Pero no soy especialista y pensé que tenía que estar equivocado".

Porque verdaderamente, parece increíble que a estas alturas del siglo XXI, cuando cada centímetro de terreno, por muy escarpado o inaccesible que esté, ha sido pisado por cientos de personas, vaya a descubrirse un tesoro histórico que ha estado ahí, a simple vista, los últimos 9.000 años. Y más si se tiene en cuenta que en 1995 un equipo de arqueólogos había prospectado todos los abrigos de la zona y no había encontrado restos de interés. Porque las pinturas no estaban en los abrigos.

"Fui a verlas varias veces, con distintos tipos de luz, porque durante unos días pensé que estaba equivocado, que no podía ser verdad. Lo comenté a mi familia y a algunos amigos de mi círculo cercano, y nadie sabía nada. El arte rupestre más cercano en Aragón está a muchos quilómetros de distancia".

El 7 de septiembre, Serafín Benedí se puso en contacto con Pilar Utrilla para comunicarle el hallazgo. "La verdad es que la acogida fue muy buena, incluso me sorprendió la respuesta tan rápida, porque yo fui sin fotos y sin nada, y me creyeron. Confió en lo que le decía desde el primer momento". El olfato profesional de Utrilla no falló. Tan solo cuatro días más tarde, junto a otro especialista, Martínez Bea, ya estaba en Jaraba viendo cara a cara las pinturas. De inmediato informaron al Gobierno de Aragón del hallazgo para que las protegiera, como es habitual en estos casos, con una reja metálica que impida robos y vandalismos. El 24 de septiembre se obtuvo el permiso de calco y estudio, así como de prospección de toda la zona cercana para comprobar si existen más pinturas rupestres en la zona.

A Serafín le cabe el honor de pasar a la historia como el descubridor de este importantísimo legado. "La verdad es que es algo muy emocionante -señala-, sobre todo cuando ves que desde el punto de vista histórico tiene algo de revolucionario. No hay nada así en muchos quilómetros a la redonda, y a los especialistas les ha sorprendido encontrar arte rupestre levantino tan al oeste. Allí hay muchas cuevas y abrigos y nunca se ha encontrado nada".

Las pinturas ahora descubiertas, cuando finalmente la DGA las proteja, se constituirán sin duda en uno de los principales atractivos turísticos y culturales de Jaraba, que este verano, una vez más y a pesar de la crisis, se va a llenar de visitantes. Tan solo se necesita la verja, acondicionar un poco el camino de acceso y disponer de alguien que dirija y comente las visitas.