PARO DEL SECTOR PÚBLICO

Pinchazo de la huelga en el primer pulso sindical

La DGA y la Delegación de Gobierno cifran en torno al 10% el seguimiento. Las centrales elevan al 60-70% el apoyo de los empleados públicos en Aragón. Unas 3.000 personas participaron en la manifestación.

Un grupo de manifestantes aplaude durante el acto final de la marcha reivindicativa de ayer en la plaza del Pilar de Zaragoza.
Pinchazo de la huelga en el primer pulso sindical
JOSé MIGUELMARCO

Mucho ruido, desde luego. Y en lo de las nueces hay cifras encontradas, como mandan los cánones de cualquier jornada de huelga. Respecto al ruido, las concentraciones que se desarrollaron ayer en contra del decreto de ajuste del Gobierno central se hicieron oír por medio de silbatos, bocinas, sirenas, tambores y lemas coreados una y otra vez. Y, sobre todo, en la manifestación que recorrió ayer el centro de Zaragoza.

En cuanto a las nueces, los datos oficiales indican que la huelga de funcionarios, a la que estaban convocadas unas 80.000 personas en Aragón, tuvo ayer una repercusión muy escasa. No hay otra lectura posible. La DGA cifró en un 9,78% el seguimiento general de la protesta en la Administración autonómica, mientras que la Delegación del Gobierno la situó en un 10,16% entre los empleados públicos de la Administración General del Estado en la Comunidad. El Ayuntamiento de Zaragoza habló de un 15% de seguimiento.

La versión de los sindicatos, que contabilizan fundamentalmente el apoyo mediante los piquetes informativos, fue radicalmente distinta. CC. OO., UGT y CSI-F situaron en torno al 60-70% el seguimiento de la huelga, una cifra con la que se cumplían sus propias previsiones para declararla como un éxito.

"Guerra de cifras"

Enrique García, coordinador del Área Pública de CC. OO., mostró su satisfacción por el apoyo a lo que definió como una "jornada de lucha" para el servicio público. El secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Daniel Alastuey, precisó que "las guerras de cifras ya no se las cree nadie" y destacó que la jornada había sido "un éxito". Los secretarios generales de CC. OO. y de UGT, Julián Buey y Julián Lóriz, se mostraron también satisfechos en lo que se había considerado como el primer pulso sindical al Gobierno de Zapatero. Lóriz advirtió que el Ejecutivo tiene que "tomar nota" y Buey acusó de "cobardía" al presidente del Gobierno por atreverse con los más débiles.

El presidente en Aragón de CSI-F, Luis Güerri, aprovechó para criticar el gasto público desmesurado, las grandes subvenciones y el descontrol de los asesores.

La jornada fue tranquila a pesar de que hubo numerosas concentraciones frente a edificios administrativos y en centros de trabajo. En la avenida de Gómez Laguna de Zaragoza, frente al Departamento de Educación de la DGA, hubo problemas de tráfico, ya que algunos de los concentrados trataron de cruzar automóviles para cortar el paso, lo que fue impedido, sin mayores incidentes, por las Fuerzas de Seguridad. Incluso se intentó ocupar el despacho de la consejera, María Victoria Broto, pero el personal de seguridad del edificio lo evitó. También la protesta ante el Paraninfo en el paseo de Pamplona causó graves complicaciones de tráfico.

Los ciudadanos, sin embargo, apenas sufrieron las consecuencias propias de la huelga. En sectores como la Sanidad, uno de los que más preocupaba al consejero de Presidencia, Javier Velasco, debido a su incidencia en la población, no hubo problemas de importancia y además los servicios mínimos eran muy amplios.

Unas 3.000 personas, una gran parte con banderas de cada sindicato, participaron en la manifestación que sirvió de broche a la jornada de protesta, aunque cada grupo ocupó un espacio distinto al llegar al destino final en la plaza del Pilar. La marcha incluyó la lectura de un manifiesto conjunto de UGT y CC. OO., que fueron las centrales que encabezaron la manifestación, leído por el periodista José Luis Trasobares. La pancarta de la cabeza rezaba "Contra el recorte de de los derechos de los trabajadores y pensionistas", aunque al tomar la calle de Don Jaime desde la plaza de España, de donde partió, tuvo que plegarse para adaptarse a sus dimensiones mucho más reducidas.

'Algo pequeñito'

CSI-F optó por una reivindicación más lúdica, con canciones como la de 'Algo pequeñito' de Daniel Diges, el representante de España en el reciente festival de Eurovisión (con la letra adaptada a las circunstancias) y teatralizaciones. Además, hubo representantes del sindicato policial SUP, de OSTA, el PCE y CSL.

La manifestación, que partió de la plaza de España, y a la que se sumaron algunos representantes políticos, se desarrolló entre lemas clásicos, entre los que no faltaron insultos a Zapatero y llamadas constantes a una huelga general. El comunicado de UGT y CC. OO. se refirió a la jornada como "un primer paso" y concluyó señalando que "la lucha va a continuar".

CGT y otros grupos minoritarias organizaron una marcha paralela con el mismo recorrido y su propio comunicado en el que se responsabilizó "a la CEOE, la UE y el FMI" de la actual crisis y de ser además sus "principales beneficiarios". Entre los participantes de ambas manifestaciones llegó a haber algún conato de enfrentamiento que no pasó a mayores.