CARRETERAS

Morlán pide prudencia en la N-232 y en la N-II a la espera de una solución

Descarta recurrir a la concesión público privada para desbloquear el desdoblamiento de las carreteras de Logroño y Barcelona y apunta que analizará una salida con los alcaldes.

Víctor Morlán, ayer, en una imagen de archivo.
Morlán pide prudencia en la N-232 y en la N-II a la espera de una solución
OLIVER DUCH

Prudencia al volante. Esto es lo que pidió ayer el secretario de Estado de Infraestructuras, el oscense Víctor Morlán, a los miles de conductores que circulan a diario por la carretera de Logroño (N-232) y por la de Barcelona (N-II) mientras busca "una solución definitiva" al grave problema de seguridad de ambas vías. Sin aclarar si piensa desbloquear los anunciados desdoblamientos o se decide por liberalizar los peajes, Morlán optó por pedir "una mayor atención a la circulación y respeto a las señales de tráfico" a la espera de solventar la negra estadística que suman ambas nacionales, que acumulan 19 muertos en lo que va de año.


El número dos de Fomento sí descartó, como pide la Plataforma por el Desdoblamiento, desbloquear las obras recurriendo a la concesión pública privada, una fórmula que limitó en Aragón a la construcción de la autovía entre Jaca y Navarra (A-21) y a la electrificación de la vía Teruel-Zaragoza. Y fue contundente: "No puede ser que todo vaya a la colaboración público-privada, porque esta también hay que pagarla. Esto no es una cuestión de decir que es lo que nos interesa sacar en un momento determinado".


Morlán dijo que, tras analizar los proyectos y los expedientes, llegaron a la conclusión de que en Aragón solo cabían dos actuaciones en la colaboración público-privada. "A a día de hoy es lo que tenemos previsto", añadió.


Pese a rechazar la opción planteada por la plataforma constituida por alcaldes, representantes comarcales, sindicatos y transportitas, el secretario de Estado dijo sin ningún empacho que se reunirá con los alcaldes a finales de mes para ver "qué soluciones son las que podemos llevar a cabo". Eso sí, remarcó que "indudablemente" su voluntad era "arreglar y solucionar" la situación de la N-232 y la N-II "para que no ocurran estas cosas" (en referencia a los accidentes mortales). Mientras tanto, los conductores seguirán circulando entre Mallén y Figueruelas a 80 km/h y sin poder adelantar porque la solución provisional consistió en pintar una raya continua a lo largo de los 24 kilómetros.


Las reuniones, los días 27 y 28

La primera reunión la mantendrá Morlán con los alcaldes del corredor de Barcelona, prevista para el día 27, y un día después recibirá a los de la carretera de Logroño.


En estos encuentros podría aclarar la suerte que correrán los desdoblamientos comprometidos. El criterio del ministro de Fomento, José Blanco, es no acometer autovías donde ya hay autopistas en paralelo, caso de la N-232 y de la N-II, y el tijeretazo inversor ya ha bloqueado de momento las obras en los 24 kilómetros entre Mallén y Figueruelas.


En los Presupuestos de 2010 se preveía invertir ya en este ejercicio 2,5 millones y continuar las obras en 2011 gracias a una partida de otros 10 millones. Sin embargo, en el proyecto de Presupuestos de 2011 ha desaparecido la partida plurianual y solo constan 80.000 euros para acabar de pagar la redacción del proyecto, que se entregará este mes. Para Morlán no se puede hablar de paralización ni bloqueo aunque haya desaparecido la financiación necesaria y ya comprometida: "Como no hay obra no puede quedar paralizada".


Y a renglón seguido manifestó que en función de las disponibilidades presupuestarias llevarán a cabo las obras que se puedan ejecutar, por lo que en el caso de la N-232 será imposible hacerlo en 2011. "A mí no me gusta engañar", apostilló.


La liberación de peajes, en el aire

Tampoco aclaró Víctor Morlán si se liberalizarán los peajes como plantea como solución la DGA. "Aquí estamos viendo todas las posibilidades", apuntó antes de remarcar que todas implican un desembolso económico y que, por ello, se debe analizar si es posible o no asumirlas.


El número dos de Fomento dejó todo abierto. "Nos tenemos que dar cuenta de que España atraviesa una crisis importante que afecta a las infraestructuras. Y hay que ver si económicamente estamos en condiciones de adoptar la solución más rápida y mejor en el menor tiempo posible", remarcó.