LA MAYORÍA EN ZARAGOZA

Los fotógrafos presentan 22 denuncias por intrusismo laboral

Casi todas están relacionadas con bodas y comuniones, y pueden suponer un fraude si se cobra por ello.

Los fotógrafos de Aragón están en pie de guerra. El intrusismo que sufre la profesión, sobre todo en eventos como las bodas o las comuniones, ha motivado ya 22 denuncias de la asociación oficial de los reporteros gráficos ante Inspección de Trabajo. El presidente de la entidad, Pedro Praderas, aclaró que la mayoría se han interpuesto en Zaragoza.


De momento, se han detectado fraudes en colegios (es habitual encargar reportajes para orlas) e iglesias, sobre todo por comuniones y bodas. Los profesionales insisten en que estas malas prácticas no solo afectan al colectivo, sino a toda la sociedad y, especialmente, a quienes contratan los servicios de aquellos que trabajan de forma ilegal. Las personas que no tienen un contrato o no están dadas de altas como autónomas ofrecen su trabajo a un precio más reducido, pero porque no pagan impuestos ni cotizan a la seguridad social, cometiendo un fraude a la hacienda pública. «Nos consta que algunos están empleados entre semana en empresas de otro tipo y que, los fines de semana, se dedican a esto», comenta el presidente. «Nos están robando el trabajo y, muchas veces, causando muchas quejas entre quienes los contratan».


Desde la asociación insisten en que el fin es «reducir el intrusismo y dar cobertura legal a parejas de novios que en los últimos tiempos han sufrido una atención y un servicio no profesional». En algunas ocasiones, esta mala praxis ha generado denuncias por los malos resultados de los reportajes de un día tan especial como el de la boda.


Pedro Praderas añadió, además, que incluso algún fotógrafo no se ha presentado a la cita por miedo a ser sorprendido in fraganti, con el consiguiente perjuicio para los protagonistas del día, que normalmente hacen un gran desembolso en este concepto.


De forma estimativa, el reportaje de un bautizo puede costar más de 600 euros; el de una comunión, entre 700 y 1.500 euros y, si se trata de una boda, las cifras oscilan entre los 1.000 y los 2.500 euros si se contrata a un profesional en regla. Solo el precio de una foto escolar (las típicas orlas) está entre los 7 y los 8 euros.


De momento, las inspecciones se han intensificado en juzgados, parroquias, ayuntamientos, colegios o estudios dedicados a la fotografía.


Los fotógrafos aclaran que es lícito y comprensible que un familiar decida hacer las fotos del bautizo o de la comunión del niño, pero que cometería un fraude si cobrase por este trabajo. «Puede ser normal que alguien haga las fotos de su sobrino, pero es muy raro que haga las de todos y luego, además, reparta las copias», explican.


Muchos de estos fraudes se empiezan a gestar en páginas de internet a través de las que algunas personas ofrecen sus servicios de forma no regulada y a precios más reducidos. Estos sitios a través de la red también están siendo investigados.


El problema del intrusismo en el sector de la fotografía está presente en muchas otras comunidades, en las que las asociaciones también han emprendido campañas similares. Por ejemplo, la Asociación de Fotógrafos Profesionales de la Región de Murcia llegó a un acuerdo de colaboración con la dirección territorial de Inspección de Trabajo y Seguridad Social para perseguir a los fotógrafos no acreditados en bautizos, comuniones, bodas y otros eventos. La asociación de Islas Baleares también ha abierto la vía de las denuncias y aseguró que el 80% de los eventos en el archipiélago estaban cubiertos por ilegales.