PATRIMONIO

Las pinturas de Jaraba "siguen el plan previsto", según la DGA

El Gobierno de Aragón se escuda en el difícil acceso a la cueva para justificar la desprotección de un patrimonio de hace 7.000 años.

Las pautas para la conservación de las pinturas rupestres de Jaraba, que casi un año después de su descubrimiento todavía no están protegidas, siguen "los planes previstos". O al menos así lo aseguran fuentes de Cultura de la DGA, que justifican la lenta ejecución del proyecto afirmando que es complicado hacer un plan de protección en una zona de tan difícil acceso.


"No hace falta que nadie advierta a las autoridades competentes de la más que evidente importancia del hallazgo y de la necesidad de protegerlo", asegura Pilar Utrilla, la arqueóloga de la Universidad de Zaragoza que realizó el estudio de estas pinturas, que datan de hace 7.000 años. "Es como decirle a alguien que no conviene dejar un cuadro de Goya en medio de la calle", añade la experta. En septiembre de 2009, cuando se encontraban en la zona analizando las pinturas, los miembros del equipo de la Universidad se ofrecieron -según cuenta Utrilla- para facilitar a la DGA el estudio previo del plan de protección, aunque no recibieron respuesta alguna por parte de la administración.


"La verdad es que pensaba que en el momento en que publicamos el artículo dando a conocer las pinturas -en el último número de la revista especializada 'Trabajos de Prehistoria'- ya las habían protegido", explica la experta, quien comprende que los habitantes del pueblo deseen que sean visitables cuanto antes, pues "suponen un gran atractivo turístico y cultural para una zona ya de por sí cautivadora". El abrigo -cueva natural poco profunda- en el que se encuentran las pinturas es un enigmático enclave de arte rupestre levantino, ya que está en un lugar que no estaba habitado en la época prehistórica. Además, las pinturas se encuentran alejadas de los enclaves rupestres más importantes de Aragón. De hecho, el único conjunto de este tipo de arte que se conocía en la provincia de Zaragoza se encuentra en el término municipal de Caspe, a unos 150 kilómetros de distancia.


"En el momento en que las pinturas son reconocidas como una obra de arte rupestre levantino se convierten en Patrimonio de la Humanidad", afirma Utrilla, quien cree que después de su publicación en una revista de prestigio nadie duda de la importancia del descubrimiento. "Además, son de muy buena calidad y están muy bien conservadas", añade la arqueóloga.


Sin embargo, las cuatro figuras -dos humanos y dos ciervos- halladas por Serafín Benedí, un vecino de la zona, no se pueden proteger de cualquier forma. "El abrigo no puede cerrarse con un cristal o una lámina de metacrilato, ya que se podría crear un microclima que deteriorase las pinturas", asegura Utrilla. "Como están en una zona de monte, tampoco pueden estar tan protegidas de los vándalos como los cuadros de un museo. Lo que no es lógico es que alguien sea capaz de dañar intencionadamente una obra de arte", concluye la profesora de la Universidad de Zaragoza. Mientras, el Ayuntamiento de Jaraba todavía no ha recibido noticias de las autoridades competentes. Los vecinos, a pesar de que ayer comenzaron las fiestas patronales de la localidad, tampoco se olvidan de que las pinturas siguen desprotegidas.