AGUA

Lambán critica la lentitud de las obras del Pacto del Agua, frente a la rapidez en Barcelona

CHA ve el abastecimiento a Barcelona como "la antesala de un trasvase mucho mayor" y el PP lo rechaza acusando a PSOE y PAR de "hipocresía".

El presidente de la Diputación de Zaragoza (DPZ), Javier Lambán, apoyó este viernes el abastecimiento de agua del río Ebro al área metropolitana de Barcelona, pero se reconoció "antitrasvasista" y se mostró indignado con la rapidez con la que el Gobierno de España está realizando estas obras, mientras que las correspondientes al Pacto del Agua en Aragón se ejecutan con lentitud.


El pleno de la Institución Provincial aprobó una moción presentada por PSOE y PAR, con sus votos a favor y en contra de PP y CHA, por la que se rechaza cualquier trasvase de agua de las cuencas hidrográficas de las que forma parte Aragón y se insta al Ejecutivo autónomo a defender los derechos de los aragoneses en materia de agua.


Asimismo, se muestra la solidaridad de la DPZ con los ciudadanos en las medidas que "con carácter transitorio, excepcional, reversible y urgente den solución a la necesidad de agua de boca en el conjunto del Estado", y se exige a la administración central el cumplimiento de los compromisos alcanzados en el Pacto del Agua de Aragón.


Además, el pleno rechazó una moción de CHA, que fue apoyada por el único diputado de CHA y por los diputados del PP, y rechazada por PSOE y PAR, en la que se manifestaba la "total" oposición al trasvase a Barcelona, se instaba al Ejecutivo aragonés a interponer un recurso de inconstitucionalidad contra el decreto que permite este trasvase, y se exigía, por parte del Gobierno central, respeto a la legislación europea, estatal y aragonesa y que buscase soluciones sostenibles y respetuosas con el principio de unidad de Cuenca.


El presidente de la DPZ, Javier Lambán, anunció que la moción conjunta de PSOE y PAR se presentará en todos los ayuntamientos de la provincia y "organizamos reuniones con militantes y responsables del partido porque queremos fijar nuestra posición" sobre este tema.

PP, "incoherente, cínica y débil"


Lambán acusó al PP de tener una actitud "incoherente, cínica y débil", ya que "aquí dicen una cosa y sus representantes en Madrid hacen la contraria". Además, "niegan el agua de boca a Barcelona, pero defienden en Madrid grandes trasvases para alimentar políticas depredadoras y modelos que están en la antítesis de la estabilidad y racionalidad económica" (en referencia al Levante español). Por ello, consideró que esta forma de actuar esconde "un profundo anticatalanismo".


Por otra parte, Lambán estimó "excesivo" culpar al presidente aragonés Marcelino Iglesias de esta situación y afirmó que "me resisto a prejuzgar y a pensar que se incumplirá la legalidad del decreto" utilizando el agua para otro uso distinto del de boca. También, "tengo la convicción profunda de que ese decreto no asigna caudales nuevos sino viejos, y si se trata de dar de beber agua de boca a una ciudad, fuera la que fuera, yo lo autorizaría (el traspaso de agua)".


Sin embargo, "soy antritrasvasista porque entiendo que los recursos se deben aprovechar en Aragón, regulando los ríos y recreciendo el embalse de Yesa y a ninguno de ustedes (en referencia a los otros diputados) les habrá indignado tanto como a mí la rapidez del Gobierno central para con las obras de Barcelona y la lentitud" con las que avanzan las obras de Aragón, en lo que supone un trato "discriminatorio". "No entiendo como son tan rápidos en ese caso y nos marean tanto y son tan lentos" para cumplir con las obras en Aragón.

Caudal hipotecado


Por su parte, el diputado del Partido Aragonés, Fernando Labena, consideró que los caudales del Ebro ya "se hipotecaron" cuando se aprobó el trasvase de agua a Tarragona, en 1981, y, a su juicio, esta segunda fase (su ampliación a Barcelona) se produce "porque existió la otra". "La hipoteca de caudales se aprobó entonces, no ahora y por ello no aprobaremos nuevos trasvases entre cuencas", afirmó.


Además, recordó al diputado de CHA, José Antonio Acero, que "CHA y PAR son los únicos que no somos responsables de esta situación porque por desgracia, y por ahora, no hemos presidido el Gobierno central ni el Ministerio de Medio Ambiente". Por ello, Labena se planteó si en Aragón "tenemos la fuerza suficiente para pedir en Madrid" en cuestiones relacionadas con el agua. "Eso nos debería preocupar", aseveró.


Sobre las obras del Pacto del Agua, Labena solicitó que "se acaben y se garanticen las necesidades de Aragón", para "a partir de ahí, sentarnos con seriedad a hablar de agua". En este sentido, Labena propuso que el Ejecutivo central "apruebe un presupuesto de carácter plurianual para hacer las obras pendientes" en Aragón.

Antesala de un trasvase mayor


El diputado de CHA, José Antonio Acero, recurrió al diccionario para decir que "aunque se puedan usar eufemismos, lo que ha aprobado el Gobierno central es un trasvase". Así, afirmó que en esta cuestión se está "negando la mayor: esto es un trasvase y la obra no es transitoria ni reversible, diga lo que diga la moción de PAR y PSOE".


Además, "a nadie se le ocurriría invertir 180 millones de euros en una obra que será innecesaria para lo que la justificó, que es la sequía", porque las últimas lluvias ya han mejorado la situación. Por tanto, "se esta jugando con la mentira" y, para Acero, "no es una cuestión de insolidaridad, porque se llevan el recurso del agua a regiones mas ricas que tiene otras soluciones mucho más sostenibles y respetuosas con la legislación" y con la unidad de cuenca.


Para Acero, el objetivo de esta operación es "consumar lo que llevan intentando años: realizar el trasvase a Barcelona" porque es una operación "estratégica, en detrimento de zonas menos favorecidas como Aragón". Asimismo, este trasvase "ha conseguido reabrir el debate de agua al Levante", de modo que "ésta es la primera puerta, la antesala, de un trasvase mucho mayor".


Por último, criticó a Marcelino Iglesias, por haber tenido que "tragar" con un trasvase que "ya estaba escrito antes de las elecciones", cuando José Luis Rodríguez Zapatero prometió en la Plaza de Toros de Zaragoza que mientras fuera presidente no se realizarían trasvases del Ebro y, tras aprobar el de Barcelona, "ya veremos cuáles son los siguientes episodios" en esta cuestión.

Hipocresía


El portavoz del grupo Popular, Luis María Beamonte, comenzó su intervención apelando a la "seriedad" para tratar estos asuntos y criticando la "hipocresía" de PSOE y PAR, que "tragan y callan", al apoyar el abastecimiento de agua a Barcelona mientras se oponen a otros trasvases.


Beamonte aseguró que "esto es un trasvase y nos lo han colocado por la espalda y a traición" y tampoco "es una conducción de agua ni provisional, porque se hace con el ánimo de perdurar. Si no, alguien en su sano juicio no puede entender que se obren 60 kilómetros de tuberías ni que se inviertan 180 millones de euros".


Para el 'popular', "la Generalitat catalana hace lo que le da la gana con el agua, como lo hace con los bienes de la Franja, porque se lo permiten" y, por ello, "la solidaridad hay que tenerla con quien es solidario. Ya vale de que nos estén ninguneando", sentenció.


Asimismo, acusó al presidente Iglesias de realizar un "ejercicio de cinismo" y, sobre el informe solicitado por el Gobierno de Aragón para concluir si es un trasvase o no, "esperar informes es una mera excusa de quienes usan el agua como arma para conseguir votos que son PSOE y PAR". También, afirmó que "Iglesias ha contribuido decisivamente a que en España haya desencuentros territoriales por el agua".


Beamonte aseguró que su grupo está en contra de este trasvase y dijo a Lambán que "le he visto a la defensiva porque está defendiendo algo en lo que no cree". Por último, reiteró su opinión de que "esto es una traición a los aragoneses", a quienes "nos han dado una puñalada trapera después de las elecciones", concluyó.