SEMANA SANTA

La lluvia vuelve a frustrar el Santo Entierro

Todas las procesiones programadas en Zaragoza para el viernes y el sábado se vieron afectadas por las tormentas. La mitad de los desfiles se suspendieron y la Hermandad del Cristo Resucitado decide hoy si celebra el Encuentro Glorioso, que cierra la Semana Santa.

A pesar de la lluvia, cientos de ciudadanos acudieron a ver los Pasos del Santo Entierro
La lluvia vuelve a frustrar el Santo Entierro
VÍCTOR LAX

"¿Se sale o no?" Esta era la pregunta repetida hasta la saciedad en los alrededores de San Cayetano hora y media antes de que, el viernes, comenzara el Santo Entierro. Pendientes del cielo encapotado, los cofrades, unos con hábitos y otros de paisano, esperaban el veredicto de la Hermandad de la Sangre de Cristo, que tenía la última palabra sobre la celebración de la procesión.


Los rayos de sol que asomaron al mediodía habían dado renovadas ilusiones. "Todavía no sé nada, pero no pierdo la esperanza", decía Jonathan Ramos, de 19 años, que este año se estrenaba con la Cofradía de Jesús Camino del Calvario. "Si al final no salimos, a llorar, porque llevamos tres meses preparándonos y da rabia", explicaba.


Finalmente, pasadas las 17.00, se dio a conocer la noticia: el Santo Entierro quedaba suspendido. Para subsanarlo, San Cayetano permaneció abierto entre las 18.00 y las 22.00 con los pasos que componen este particular Via Crucis zaragozano expuestos en su interior "Si la procesión no va a la calle, la calle irá a la procesión", explicó Juan Murillo, presidente de la Junta de Cofradías.


"Esto parece la maldición de los años impares", bromeaba compungido Murillo. De hecho, en los últimos cuatro años, tres procesiones del Santo Entierro se han visto afectadas por las inclemencias climáticas. En 2005, una granizada interrumpió la procesión. En 2007, el acto quedó reducido a la mínima expresión por amenaza de lluvia. Y esta vez, la suspensión general. En los últimos cien años, solo en tres ocasiones se ha quedado sin salir el Santo Entierro. La primera, en los 40, y la segunda, en los 70.


La noticia caló más hondo que la lluvia en los cofrades. Unos se resignaron, como María Clavería, de 16 años: "Me hacía mucha ilusión, porque era mi primer Santo Entierro, pero tendrá que ser al año que viene". Pero hubo quienes se negaban a aceptar la decisión, como la joven Alejandra Mastral, de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, que no quería a abandonar la plaza. "Tendríamos que salir, aunque fuera con los pasos tapados", decía indignada.


Pese a todo, visitantes y cofrades no quisieron perder la oportunidad de acompañar al Cristo de la Cama. "No es lo mismo que la procesión, pero nos conformaremos", decía María Jesús López.


Por la mañana, en pleno chaparrón, la Cofradía de las Siete Palabras salió contra todo pronóstico. "No hemos faltado nunca a nuestra cita y no va a ser este el primer año", decía el cofrade David Martín. En cambio, la Cofradía de Jesús Nazareno no se arriesgó después de la experiencia del lunes, que ocasionó grandes pérdidas.


El Sábado Santo, la lluvia también afectó a la procesión de la Soledad, que salió muy limitada las 0.20, e impidió que las Esclavas de María Santísima de los Dolores escoltaran a la Virgen Negra hasta el Santo Sepulcro por la mañana. Ahora bien, esta sí que fue venerada y obsequiada con la tradicional ofrenda de flores, que tuvo lugar en San Pablo. "Estamos muy tristes, eso es cierto", aseguraba la presidenta, Carmen Etayo. Además, se retrasó la tradicional entrega de tomillo de las Esclavas que, a su vez, reciben de los cofrades del Santo Refugio, y que es símbolo de la Resurrección.


Hoy, alrededor de las 10.00, la Hermandad del Cristo Resucitado decidirá si se celebra el Encuentro Glorioso, colofón la Semana Santa.