El PSOE se plantea, y está estudiando ya, establecer una subida del tramo autonómico del IRPF en Aragón, siguiendo la estela de lo que han hecho otras comunidades gobernadas por los socialistas como Cataluña, Andalucía o Extremadura. Hasta ahora, la presencia del PAR en el gobierno de coalición había funcionado como un freno a una medida considerada de izquierdas.

Se trata de un planteamiento pendiente de detallar, pero el incremento podría afectar a las rentas superiores a los 90.000-100.000 euros. Aunque es una cifra difícil de precisar, serían alrededor de 8.000 contribuyentes aragoneses los que podrían estar en esta situación. La medida reportaría a las arcas de la Comunidad unos cinco millones de euros.

En cualquier caso, se trata de una decisión que el PSOE tendrá que proponer a su socio y que lleva camino de convertirse en otra brecha en el Gobierno. El PAR se ha mostrado contrario a la posibilidad de subir impuestos en numerosas ocasiones. El vicepresidente del Gobierno y líder de los aragonesistas, José Ángel Biel, fue ayer mismo taxativo al anunciar que no habrá una subida de impuestos "con los votos del PAR".

Las diferencias entre los socios llegan precisamente en un momento en el que ha saltado a la prensa la reunión que Biel mantuvo la semana pasada con el presidente del PP Mariano Rajoy y la líder de ese partido en Aragón, Luisa Fernanda Rudi.

El propio presidente de la DGA dio ayer un paso más en las Cortes. Iglesias, ante una pregunta de IU, precisó que será en las negociaciones con el PAR para el próximo presupuesto cuando se decida si hay un incremento fiscal. El presidente matizó después que sus palabras no suponían que fijara "una posición" en este asunto, pero admitió algo que no había hecho hasta ahora: que las circunstancias habían cambiado respecto al escenario en el que se presentó su compromiso electoral de no elevar los impuestos. "El mundo ha cambiado", dijo Iglesias.

El mantenimiento de ese compromiso había sido la principal baza para no entrar en el debate pero, como reconocía ayer un alto cargo de la DGA, "estamos en un momento en el que no es posible asegurar que se mantenga nada". "Es posible que cambiemos nuestra política fiscal en esta situación tan difícil", añadió el presidente.

Ante los presupuestos

Esta situación repercutiría de forma directa en los presupuestos de 2011 y en la coalición de gobierno. Los presupuestos podrían tener que prorrogarse si no hay un acuerdo entre los dos partidos. Esto sería una crisis en toda regla porque afectaría a la considerada como ley más importante del año, clave para el funcionamiento de un Gobierno. No obstante, la crisis permitiría al PSOE y al PAR marcar distancias ante las elecciones de mayo, con las que se cierra la etapa de Marcelino Iglesias. La ventaja es que ambos partidos podrían centrarse mejor en sus propios electorados en una situación que se adivina más abierta.

En cualquier caso, el presidente Iglesias dijo que la decisión será "de mutuo acuerdo", remitió a las negociaciones que se llevan a cabo a finales de año y añadió que en este momento "no hay debate". Ayer se tuvo que oír por parte del diputado de IU que estaba "contagiado de la política de derechas del PAR". Los aragonesistas consideran incluso que en este momento de crisis y de ajustes habría que asumir la supresión y reducción de impuestos, especialmente para facilitar la situación de las economías familiares. Los aragonesistas defienden que hay margen para recortar gastos sin necesidad de incrementar la presión fiscal.

En el Departamento de Economía de la DGA se contempla la posibilidad de que la Comunidad se sume a las medidas que pudiera adoptar el Gobierno central respecto al IRPF, de forma que se eleve el tipo impositivo en el tramo autonómico igual que en el estatal y para los mismos niveles de renta. No existe, sin embargo, ninguna propuesta en este sentido por parte del Ejecutivo de Zapatero.