Un "mal" invierno con solo 64 días de nieve continua y un 1º grado más de temperatura
El centro Alurte de Canfranc hace balance de una temporada que dejó poca reserva nival, agravando la sequía.
La sequía de esta primavera se ha visto agravada por la falta de nieve del invierno. El centro Alurte de Canfranc ha puesto cifras a la "mala" temporada en el valle del Aragón, y en general en todo el Pirineo, al hacer balance de la campaña invernal.
La nieve continua sobre el terreno, fuera de las umbrías por encima de los 2.000 metros, se limitó al periodo del 15 de enero al 20 de marzo, es decir 64 días, un número escaso frente a otros inviernos, debido a la falta de precipitaciones y a las altas temperaturas. "Nieve esquiable de continuo ha habido solo en ese periodo. En lo que no es cara norte y en cotas altas, ha tenido muy poca continuidad", señala el nivólogo Ibán González, técnico del centro pirenaico de gestión de riesgos en montaña Alurte. Una situación que contrasta con el invierno anterior, cuando duró toda la campaña, desde finales de noviembre hasta abril. "Este año ha sido un poco raro", reconoce Ibán González
La media de las temperaturas se situó por encima de los últimos ocho años, con 1.1º centígrados más en la estación de La Raca (Astún), a 1.877 metros de altitud, entre diciembre a marzo. En cuanto a la precipitación, se recogieron 645 mm, para una acumulación de nieve de 270 cm, muy por debajo del promedio del mismo periodo de referencia.
En cotas medias y bajas, la combinación de temperaturas y humedad relativa altas de los periodos 15 de diciembre al 5 de enero y del 8 al 31 de marzo provocaron la pérdida total del manto.
La temporada de nieve comenzó en 2022 a finales de noviembre con las primeras nevadas y temperaturas frías, condiciones que se mantuvieron hasta terminar el puente de la Constitución. En las zonas cercanas a la divisoria, se acumularon espesores de unos 40-60 cm, "que todo hacía indicar que serían la base del manto de nieve de la campaña".
Pero para las Navidades prácticamente desapareció por debajo de los 2.000 m y hubo que esperar al gran temporal entre los días 16 y 20 de enero. Las condiciones invernales terminaron abruptamente el 7 de marzo. "En la semana del 8 al 16 de marzo perdimos en cotas por debajo de los 2.000 m más de la mitad de nieve del invierno. Llegó la lluvia y se fue prácticamente todo lo que había", señala el nivólogo.
Solo se mantuvieron esquiables con nieve continua las umbrías por encima de los 2.000 m. Las últimas nevadas se produjeron en abril, la más importante el día 2, para devolver a la montaña un "efímero aspecto invernal" y ayudar al esquí durante la Semana Santa.
La buena noticia estuvo en la ausencia de aludes. El 81% de los días el nivel de riesgo se situó entre 1 y 2 (el máximo es 5). Alurte publicó un total de 58 boletines de peligro para cubrir los algo más de 130 días de la temporada.
