Aragón sumará 60 viviendas municipales más al parque de alquiler en el medio rural

El Gobierno de Aragón eleva este año la cuantía de ayudas hasta los 2,6 millones de euros.

José Luis Soro, acompañado de los alcaldes de Riglos y Loarre.
José Luis Soro, flanqueado por los alcaldes de Riglos y Loarre.
Gobierno de Aragón

La falta de vivienda de alquiler es uno de los principales problemas del medio rural, que está frenando la llegada de nuevos pobladores. En este diagnóstico coinciden desde hace tiempo todas las administraciones. Este martes lo ha reiterado el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, durante una visita realizada a una vivienda en Riglos, una de las 53 rehabilitadas con cargo al Fondo de Cohesión Territorial 2022. 

Según ha prometido, la cifra se aumentará en 2023. La convocatoria que se publicará este año, que se espera pueda estar lista en marzo, aumenta la partida hasta los 2,6 millones de euros, "de manera que esperamos alcanzar la rehabilitación de más de 60 viviendas”. Una de las novedades es el aumento de las ayudas hasta los 48.000 euros, 3.000 más que en las anteriores convocatorias. También habrá una mejora en las cantidades destinadas al amueblamiento de la cocina y la compra de electrodomésticos.

El Fondo de Cohesión Territorial, a través del cual se ayuda a los municipios a rehabilitar viviendas municipales y destinarlas al alquiler como residencia habitual, permitió el año pasado aumentar el parque público de alquiler en 14 viviendas de la provincia de Zaragoza, en los municipios de Alborge, Anento, Castejón de las Armas, El Buste, Longás, Manchones, Mesones de Isuela, Plenas, Retascón, Tabuenca, Undués de Lerda, Urriés, Villafeliche y Villanueva de Jiloca

En el caso de Teruel, las localidades beneficiadas fueron Alobras, Burbáguena, Cañada de Benatanduz, Cascante del Río, El Pobo, Fórnoles, Gea de Albarracín, Huesa del Común, Jabaloyas, Libros, Loscos, Mirambel, Monforte de Moyuela, Monroyo, Peralejos, Moscardón, Pozondón, Pozuel del Campo, San Agustín, Torres de Albarracín, Tramacastiel, Villanueva del Rebollar, Villar del Cobo y El Castellar. Y en Huesca, Bárcabo, Biscarrués, Las Peñas de Riglos, Montanuy, Tella-Sin y Vicién

El hecho de que en el Alto Aragón haya menos solicitudes se explica por que ya existe un fondo de ayuda a los ayuntamientos de la Diputación Provincial de Huesca que ha llegado en los últimos tres años a más de 40 municipios, ya sea a través de créditos a cero intereses a devolver en 30 años o de subvenciones. En total, suman más de 5 millones de euros invertidos, que van a permitir poner en alquiler más de 80 casas adquiridas y rehabilitadas bajo la promoción de las corporaciones locales. En algunos casos ya han sido ocupadas.  

El consejero José Luis Soro ha explicado en Riglos que proporcionar vivienda "es la medida más necesaria en estos momentos, y vemos que los ayuntamientos están trabajando de manera muy decidida para aumentar el parque”. Una de las virtudes del Fondo de Cohesión Territorial es que puede financiar hasta el 100% de los gastos subvencionables del presupuesto, ha destacado. "Damos oportunidad y espacio a los municipios más pequeños y con menos recursos que no pueden afrontar ninguna inversión”.

En la convocatoria de 2022 se destinó a este objetivo un total de 2,1 millones de euros, de los cuales se han justificado finalmente 1,95 millones de euros. Esta inversión ha servido para atender 47 peticiones de ayuntamientos que se han traducido en 53 viviendas municipales rehabilitadas para alquiler. En la convocatoria de 2021 se subvencionó la rehabilitación de 21 viviendas.

Los gastos elegibles en la convocatoria de 2023 incluyen el IVA que no sea recuperable, la redacción del proyecto y la dirección de obra, los gastos originados por derribos, desescombros, encofrados, construcción de pilares, pintura, ventanas, persianas, puertas, tejados, instalaciones eléctricas y de fontanería, calefacción… Además, se incluyen los electrodomésticos básicos de cocina y baño, mejora de la accesibilidad y gastos de amueblamiento de cocina.

Se prioriza a los municipios con menor desarrollo territorial, ha explicado Soro. Además, se valora positivamente la viabilidad técnica del proyecto, el tipo de intervención, la antigüedad del edificio, si es patrimonio cultural, si se instalan dispositivos energéticos a partir de fuentes renovables o el número de viviendas total a rehabilitar. 

En la vivienda visitada en Riglos, la inversión realizada ha sido de 39.882,65 euros y ha supuesto la creación de un espacio dotado de salón-cocina, baño y dormitorio. Se ubica en un edificio situado en el casco urbano que data del año 1894. Ya fue objeto de una rehabilitación en 2015 cuando se acometió la renovación de la cubierta y parte de un forjado y se creó un espacio para albergar el telecentro de la localidad. En 2016 se volvió a actuar para consolidar la estructura del edificio y se acondicionó una vivienda en la planta baja y primera. En 2021 se reformó el resto de la planta primera creando un salón polivalente. A la vez, con el Fondo de Cohesión Territorial de 2021 se adecuó la mitad de la planta segunda como vivienda-apartamento.

Con el fondo de este año se han acometido las obras de rehabilitación del resto de la planta segunda creando un nuevo apartamento de 30,49 metros cuadrados útiles. Se ha intervenido en la renovación de carpintería exterior e interior, pavimentación, colocación de instalación eléctrica y de fontanería, apertura de hueco para la chimenea que servirá de sistema de calefacción, sistemas de ventilación…

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