De Huesca al Teatro Real para dar color al sorteo con un traje de décimos de lotería

A las 10.00 de la mañana de este miércoles, con casi 24 horas de antelación, Francisco Mur ya estaba haciendo cola a las puertas del Teatro Real de Madrid para poder disfrutar en directo del esperado sorteo del Gordo de Navidad. Este jubilado de 77 años que vive a caballo entre su pueblo natal de La Puebla de Fantova (Graus), Monzón y Barcelona lo hará de una manera muy especial ya que se ha confeccionado para la ocasión un traje serigrafiado con décimos de lotería. 

En La Puebla de Fantova tiene un pequeño museo dedicado a su gran pasión, el coleccionismo. Además de máquinas de cine y radios antiguas, coches y motos en miniatura, más de 3.000 llaveros, billetes y monedas, y sobre todo billetes de lotería desde 1944. Esta última afición creció a raíz de que le tocara un tercer premio en la Navidad en el año 1979. "Desde entonces hago colección y compro lotería, las dos cosas", explica.

Su primer viaje a Madrid para dar color al sorteo fue en 2018. Entonces, lo hizo con una chaqueta, un chaleco y un sombrero 'tuneados' con décimos de lotería pegados por él mismo. Al año siguiente repitió, pero con la pandemia no había podido regresar. Un día pensó qué haría si llovía al ser papel y por ello para este año encargó a una empresa de serigrafía una tela de polietileno con décimos de lotería de los años 2018, 2019 y 2020 que luego llevó a una sastrería de Barcelona, Sospedra, para que le cosieran el traje completo de pantalón, chaqueta y chaleco. Y lo ha combinado con un sombrero, un bastón y una bolsa con los décimos pegados por él mismo. 

Una llamativa vestimenta que lo ha convertido en uno de los principales animadores de la víspera del sorteo en el Teatro Real, pero también cuando ha ido a pasear hasta la conocida administración de Doña Manolita -donde ha comprados seis décimos para el sorteo de El Niño- o por la puerta del Sol. "Todo el mundo se quería hacer fotos conmigo. Ha sido impresionante", agradece. 

Francisco Mur madrugará este jueves para estar listo a las 8.00 cuando abran las puertas para acceder al salón del sorteo, que tiene un aforo limitado a 300 personas. Confía en que la suerte le sonría y salga agraciado alguno de los números que tiene. Reconoce que le da "reparo" decir la cantidad porque ha comprado en muchos lugares de Huesca, pero también en otras ciudades de España e incluso en administraciones famosas como La Bruixa d'Or de Sort. Pero si hay uno que le gustaría que los niños de San Ildefonso cantaran sería el 78197, "porque lo juegan todos mis vecinos de La Puebla de Fantova, aunque tocaría también a gente de Huesca, Zaragoza, Madrid o Barcelona que viene al pueblo en verano y compra".

F. M.