Una chaqueta roja delató al acusado de violar a una anciana en Tamarite de Litera

Los forenses aseguran que la víctima, de 94 años, sufre un trastorno de estrés postraumático grave. La Guardia Civil encontró notas de ofrecimientos sexuales que el agresor había repartido a otras vecinas en días previos.

Comienza el juicio por violar a una anciana en Tenerife.
Comienza el juicio por violar a una anciana en Tamarite.
Verónica Lacasa

Una chaqueta roja brillante con el puño derecho manchado de sangre delató al acusado de violar a una anciana de 94 años en su propio dormitorio de su casa de Tamarite de Litera, tras haber entrado a la fuerza en ella por una ventana. Y es que fue la única identificación del sospechoso que pudo dar la mujer a la Guardia Civil ya que la agresión se perpetró de noche y a oscuras

La prenda fue localizada en la habitación de la casa donde residía el procesado, situada muy cerca de la de la víctima, junto a otros indicios como notas manuscritas con ofrecimientos sexuales y su teléfono que había repartido por los coches de otras vecinas en días previos a los hechos, así como el pantalón roto y manchado de sangre que llevaba en el momento de la agresión, y un teléfono cuyo número coincidía con el que había puesto en las citadas notas. Además, en la grabación de las cámaras de un establecimiento cercano al lugar de los hechos aparecía con la misma ropa que supuestamente llevaba durante la agresión y que hallaron en su domicilio.

Así lo han explicado los agentes de la Guardia Civil que llevaron la investigación de esta agresión por el que el acusado, un joven gambiano de 25 años en situación irregular, se enfrenta en la Audiencia Provincial de Huesca a una petición fiscal de 17 años de prisión. Mientras, la acusación particular eleva su solicitud hasta los 19 años y la acusación popular, ejercida por Vox, pide también 17. Por su parte, la defensa pide la absolución de su cliente. 

En la primera jornada del juicio, el acusado se ha negado a declarar y el tribunal ha escuchado el testimonio de la víctima y de su hijo a puerta cerrada para preservar su intimidad. Sí que han testificado varios agentes de la Guardia Civil, que han expuesto el relato que les hizo la anciana de la agresión. Aquella noche del 16 de enero de 2021, se echó a dormir sobre las 21.00 y unas dos horas después aproximadamente, notó que una persona se introducía en su cama y se abalanzaba sobre ella tapándole la boca. Tras ello le arrancó la ropa y la tiró al suelo, donde la agredió sexualmente. En este sentido, han recalcado que la víctima "en ningún momento se pudo defender". Las pruebas de ADN confirmaron posteriormente que el acusado había sido el autor de los hechos.

Los investigadores han asegurado que encontraron a la víctima "muy afectada" por los hechos y que les expuso un relato "desgarrador" de lo que había ocurrido. "El agresor buscaba dar rienda suelta a sus instintos más bajos", ha declarado uno de los guardias civiles. La anciana no le vio la cara ni escuchó su voz, pero sí observó que llevaba una chaqueta roja brillante, una pista que fue crucial para el arresto, como han destacado.

También han recalcado que desde un primer momento sospecharon que el autor era un delincuente sin experiencia ya que encontraron numerosos restos de sangre en varias estancias de la vivienda de la víctima (salón, cocina, pasillo, escalera...) y también huellas en la ventana por la que supuestamente había entrado a la casa tras forzar una verja y romper los cristales. 

Al día siguiente de la agresión, cuando estaban vigilando los alrededores de la vivienda, vieron al acusado merodear y salir de otra casa cerca. Y al percatarse de que tenía unas pequeñas heridas en la muñeca derecha, le dieron el alto y le identificaron. Y tras hallar pruebas en la mochila que llevaba y posteriormente en su domicilio, le detuvieron. 

La anciana "no ha sido capaz de superarlo"

En esta primera jornada también han declarado los forenses que atendieron a la víctima y que examinaron también al acusado. En relación a la primera, han asegurado que presentaba heridas compatibles con una agresión sexual y que, como consecuencia de ello, ha tenido secuelas muy importantes ya que sufre un trastorno de estrés postraumático grave y un daño psicológico irreversible. "No ha sido capaz de superarlo y se ha 'bajado del mundo', ha resumido gráficamente uno de los forenses. 

En cuanto al acusado, también han dejado claro que no presenta ninguna alteración mental ni trastorno psicológico alguno por lo que es imputable por los hechos. 

El juicio continuará este miércoles con las testificales de los peritos de la Guardia Civil que analizaron los restos de ADN y las huellas dactilares y las partes podrían presentar ya sus conclusiones finales

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