La magia y los dulces del 'Papelón' vuelven a Graus con el final del curso

La ceremonia, que se celebra desde hace unos 100 años, reconoce el esfuerzo de los escolares de la localidad con un regalo en forma de un voluminoso y sabroso envoltorio repleto de galletas y chucherías. 

La fiesta del 'Papelón' recupera el protagonismo para celebrar el fin de curso en Graus.
La fiesta del 'Papelón' recupera el protagonismo para celebrar el fin de curso en Graus.
Ángel Gayúbar

La alcaldesa de Graus, Gema Betorz, y varios concejales del consistorio han recuperado sensaciones de sus años infantiles implicándose en la singular fiesta del 'Papelón', la ceremonia con la que hace casi cien años finaliza el curso escolar para los alumnos de Infantil y Primaria. Es una queridísima tradición que reconoce el esfuerzo de los escolares de la localidad durante el curso lectivo con un dulce presente en forma de un voluminoso y sabroso envoltorio repleto de galletas y chucherías.

En esta ceremonia, la ilusión y la magia se dan la mano creando una sensación irreal en los niños que, ya adultos, la recuerdan siempre con mucho cariño. La tradición del 'Papelón' se remonta al primer tercio del pasado siglo, cuando se empezó a repartir un atadijo repleto de deliciosas galletas entre los estudiantes más jóvenes como una manera de agradecerles su desempeño durante el curso escolar. Y fue especialmente importante tras la Guerra Civil y en las décadas de los cuarenta, los cincuenta y los sesenta, cuando las pastas y dulces que encerraba el envoltorio suponían un gran regalo para los más pequeños por la escasa disponibilidad que había de ellos en la España de entonces.

Después, los dulces han sido ya habituales en las dietas, pero, aún así, el 'Papelón' sigue manteniendo su aura mágica entre los grausinos más jóvenes, que hacen de este día una de las jornadas más inolvidables de toda su etapa escolar. Ahora, después de dos años con restricciones por la covid, en este final de curso 2021-22 se han recuperado los hábitos y los representantes municipales han abierto la jornada  en la Escuela Infantil Ninins para entregar a sus alumnos los primeros papelones que jalonarán su andadura académica en la Educación Infantil y Primaria. 

Los alumnos de primaria también reciben su 'Papelón'.
Los alumnos de primaria también reciben su 'Papelón'.
Ángel Gayúbar

Posteriormente se han dirigido a las instalaciones del centro deportivo -que han recuperado protagonismo tras los dos años de pandemia- para compartir con los escolares de Colegio Público Joaquín Costa su fiesta de fin de curso y la posterior ceremonia de entrega del 'Papelón'.

Cabe recordar que a pesar de que su valor intangible (por lo que tiene de ilusión de quien lo entrega y quien lo recibe) es incalculable, materialmente los papelones cuestan unos 6 euros que salen -"gozosamente", apuntan los responsables municipales- de las arcas del consistorio aunque durante muchas décadas se sufragaron gracias al legado de una familia de la localidad.

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