Ricardo Marquina: "Putin vende a los rusos que en Ucrania luchan contra nazis"

El periodista oscense, corresponsal en Moscú desde 2008, vuelve a su ciudad para hablar, en una conferencia de la UIMP, sobre las claves del conflicto y la revolución ultraconservadora rusa. 

Ricardo Marquina, corresponsal y documentalista oscense que trabaja en Rusia desde 2008
Ricardo Marquina, corresponsal y documentalista oscense que trabaja en Rusia desde 2008, con su perrita Rubia
Ricardo Marquina

'Rusia, la revolución conservadora" es el último documental que el corresponsal en Moscú Ricardo Marquina, natural de Huesca, ha subido a su canal de Youtube. En él intenta explicar lo que sucede en ese país. En España hay mucha confusión, afirma, sobre todo en ciertos sectores políticos, que sitúan a Rusia como un país prosoviético del ámbito de la izquierda, "cuando es ultraconservador". "Vox, comparado con Rusia, es un partido socialdemócrata. Intentar ver en Putin algo de izquierda es, o desconocer la realidad o mentir deliberadamente. Es muy, muy de derechas", aclara. La confusión, añade, también está en parte de la izquierda cuando se posiciona con Rusia como contrapeso a la OTAN. 

Marquina vuelve a su ciudad natal este miércoles para explicar en un acto organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en el Centro Villahermosa qué pasa en Rusia y cuáles son las claves de la invasión de Ucrania. En su opinión, para entender la situación actual hay que pensar en cómo se crea Rusia en los años 90, en la desintegración de la URSS y el proceso tan rápido de fraccionamiento. "Se crearon nacionalismos periféricos muy fuertes, ucraniano, letón, estonio, georgiano, kazajo, uzbeco... Rusia tardó un tiempo en reposicionarse, en responder a la pregunta ¿qué es Rusia?. Putin representa el resurgir como potencia económica, con una mejora incontestable". Considera que una parte importante de la identidad rusa pasa por el imperialismo y por ver a Ucrania como parte relevante del país, por su historia, su lengua o su religión. "Hay una parte de chovinismo ruso que piensa que Ucrania no tiene derecho a la soberanía". 

No se atreve a hacer previsiones sobre el final de la guerra porque hasta el 23 de febrero sostenía que no iba a haberla. "Tiene una difícil solución. Los ucranianos han demostrado que son capaces de aguantar. No creo que esto pase por una solución militar, porque sería arrasar completamente el país, un precio altísimo para Putin". Teme que entre en una nueva fase en un corto periodo de tiempo y se enquiste,  generando mucho odio. "En algún momento habrá que negociar, pero a qué nivel de bajas, en qué territorio perdido por una u otra parte. Esto está por ver".  

La opinión de los rusos sobre el conflicto está muy mediatizado, cuenta el periodista oscense. Una parte de la población no apoya la guerra pero es muy difícil saber cuántos  son. Otros, sí respaldan la política de Putin porque el Estado tiene bajo control todos los medios de comunicación. "Las imágenes que vemos aquí, los rusos no las ven. Si las vieran podría haber una opinión pública informada, pero reciben solo información gubernamental".

Marquina insiste en que muchos rusos ven correcta la invasión porque piensan erróneamente que Ucrania está bajo control de un gobierno neonazi. "Hay una parte de ucranianos de ultraderecha, el 2,4% si miramos el porcentaje de las últimas elecciones, que la propaganda rusa ha convertido en el todo de las instituciones ucranianas. Y luchar contra nazis en un país que derrotó a Hitler es un mensaje que se vende muy bien".  

Sobre las imágenes de los últimos días en Bucha, recuerda que a veces cuesta años poner la etiqueta a un crimen de guerra. "Tiene toda la pinta de que han sido abusos de las tropas rusas, pero hemos de esperar. Primero desear que haya una investigación y luego catalogar. Evidentemente con esas escenas tan terribles se te mueven las tripas".      

La factura para Rusia es económica y de aislamiento internacional, "y con muchos jóvenes muertos". Se habla de que están cerca de las bajas de las dos guerras chechenas juntas. "El futuro ruso está hipotecado a nivel de imagen para las siguientes décadas", pronostica.

Ricardo Marquina vuelve en unos días a Moscú. No es verdad que los medios de comunicación hayan abandonado Rusia, dice. "Solo conozco un medio que se haya ido de Rusia realmente. Lo que hemos hecho todos es dar un paso atrás para ver cómo se aplica la legislación y luego seguir trabajando. Trabajar allí nunca fue normal si lo comparamos con otros países. Sabes que hay preguntas que no puedes hacer". No se ha sentido censurado, porque "los que no reportamos en ruso no tenemos problema. Les puede molestar más o menos, pero no lo ven como un riesgo para el estado. A lo que las autoridades tienen miedo es a que la información le llegue al ruso". 

El periodista oscense llegó hace unos días a España procedente de Moldavia, a donde viajó para cubrir la huida de los refugiados ucranianos. Desde 2008 trabaja como corresponsal 'freelancer' en Rusia para diferentes medios españoles e internacionales. Esta semana volverá al este de Europa y a final de mes regresará a Moscú, "que es mi casa". Su conocimiento profundo de la Rusia actual motivó a la Sede Pirineos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo a invitarlo a dar una conferencia (Centro Villahermosa, miércoles, 6 de abril, 19.30) para explicar el porqué de la invasión.   

Es autor de varios documentales, en los que él mismo se encarga de todo y que cuelga en su canal de Youtube, donde suma 16 millones de visitas. Es el más seguido sobre Rusia en español. "Ucrania: El año del caos" y "Rusia: revolución conservadora" son dos de los títulos de un trabajo que hace "de forma vocacional, en mi tiempo libre y con mi dinero", comenta.    

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