Las obras de la iglesia de San Pedro de Binéfar empezarán en enero tras 15 años con andamios
La estructura metálica para asegurar la bóveda y proteger a los fieles se colocó después de la caída de piedra de 50 kilos desde una nervadura de la bóveda central. Afortunadamente, no hubo daños personales.
La iglesia de San Pedro Apóstol de Binéfar tiene todo preparado para que después de la Navidad comiencen las obras. Los trabajos, con un presupuesto de alrededor de 500.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses, pondrán fin a 15 años de misa bajo los andamios, con reducción de espacio y dificultades para moverse y celebrar ceremonias con gran afluencia. En todo este tiempo de espera, la parroquia ha logrado reunir algunos fondos para financiar parte de la intervención, en la que también colaborará el Ayuntamiento de la localidad y el Obispado de Barbastro-Monzón.
El párroco, Jaime Clusa, cuenta los días para que empiecen unas obras que, por una causa o por otra, se han ido demorando de manera que "todo el mundo se ha llegado a acostumbrar a los andamios". "Cuando los quiten será como una especie de visión, una imagen que ya se había olvidado", apunta.
La estructura se colocó para permitir la apertura de la iglesia, que en noviembre de 2006 se cerró tras el desprendimiento de un elemento del techo, que solo ocasionó desperfectos materiales ya que en ese momento no había fieles dentro, aunque poco antes se había celebrado un funeral. Clusa explica que de la bóveda central cayó una piedra de unos 50 kilos. "Fue justo después de terminar la ceremonia, el templo había estado llenísimo y, a los pocos minutos de salir la última persona, cuando todavía había gente en la puerta, cayó la pieza", detalla.
No es algo habitual, pero ha ocurrido en otras iglesias, como en la San Pedro de Fraga, recuerda Clusa. En abril de 2003, cuando se realizaban obras en el interior y durante una misa, cayó desde la bóveda una piedra de unos 50 kilos que atravesó la red de protección. Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales. La iglesia, tras las obras, se reabrió tres años después.
La parroquia de Binéfar (edificada a finales del siglo XV), ha tenido que esperar mucho más. Su titular explica que se hará una reconstrucción de toda la nave central "con la categoría que merece": "Nos llegamos a plantear hacer algún tipo de intervención que fuese vistosa sin gastar tanto dinero pero pensamos que eso no lo pondrían entender las generaciones que vienen detrás".
Desde el primer momento, se constató que las obras iban a ser costosas. En 2010, el Gobierno de Aragón se comprometió a financiar el 75% del presupuesto, pero todo quedó parado en plena crisis económica. "En ese tiempo no se ha actuado por ningún lado, ni DGA, ni Ayuntamiento ni el Obispado", señala el párroco.
La financiación
Jaime Clusa explica que el Ayuntamiento aportará la cantidad que tenía prevista hace 16 años, unos 125.000 euros por la venta de unas propiedades de la iglesia. "La parroquia tiene ahorrados unos 170.000 y así casi alcanzamos los 300.000", indica. El Obispado ayudará con 80 o 90.000 euros en los próximos cinco años. La colaboración de la DGA consistió en financiar el proyecto. Es necesario pedir un crédito. "Nos empeñaremos los años que sea necesario, pero las obras hay que hacerlas y solucionar la situación", manifiesta el párroco.
A esta suma de esfuerzos hay que añadir el de la plataforma ciudadana creada en septiembre para captar fondos y ayudar en las obras. "A cuatro empresarios muy allegados a la parroquia les pedimos colaboración y les solicitamos que difundieran la necesidad de recoger algo de dinero para los trabajos», dice Clusa.
"Son personas afines a la localidad y la parroquia no solo por motivos religiosos sino también históricos, culturales y artísticos» añade el sacerdote, que indica que con estas aportaciones (50.000 euros), colectas y donativos se va sumando, y "nos falta la Navidad", apostilla. Además, "lo que se recoja en los seis meses de obras también será para reducir el préstamo", añade.
Durante las obras, se tratará de coordinar el horario laboral con el culto para no tener que cerrar el templo y trasladar las ceremonias a la iglesia de San Antonio.
