Una nota, 20 céntimos y una bolsa para pagar la deuda de su hijo en una librería de Huesca

La propietaria del establecimiento agradece el gesto a través de las redes sociales y quiere colocar el dinero y el escrito junto a la caja como símbolo de la honestidad de unos clientes a los que le gustaría conocer. 

Bolsa con la nota y los 20 céntimos que la propietaria de la librería encontró debajo de la puerta.
Bolsa con la nota y los 20 céntimos que la propietaria de la librería encontró debajo de la puerta.
Librería Santos Ochoa

De vez en cuando la vida sorprende con pequeñas y tiernas historias cotidianas que guardan gestos difíciles de olvidar, por lo que representan. Como esta, que vale mucho más que los 20 céntimos que alguien depositó en una bolsa, junto a una nota, y metió por debajo de la puerta de una tienda para saldar la deuda contraída por su hijo unas horas antes al comprar material escolar. Arancha Martínez, propietaria de la librería Santos Ochoa situada en el pasaje Arco Iris de Huesca, se emociona al comentarla porque "no son los 20 céntimos, es todo lo que tiene detrás".

Ocurrió este 28 de octubre. Como cada mañana, la comerciante abrió la librería y al mover la rampa que coloca en la calle para facilitar el acceso al interior de la misma encontró una bolsa de plástico cerrada con un 'zip' con una nota sobre papel amarillo y una moneda de 20 céntimos. "La madre (porque la letra es de mujer)  se preocupó no solo de llevar el dinero sino de explicar lo que había comprado su hijo  y dar las gracias", comenta Martínez.  En su opinión esta acción dice mucho de esa persona, que, de manera muy cuidadosa, pagó la deuda del menor.

 "Hay que ver lo que esta madre está enseñando a este hijo", destaca la dueña de la librería. Según explica, cuando vio la bolsa no sabía muy bien qué era, "pero cuando leí la nota se lo tuve que contar a todas mis compañeras porque me pareció que era algo muy tierno, muy satisfactorio, del ejemplo de honestidad, de un montón de valores...". "Con esos 20 céntimos ya di el día por ganado", añade. 

Al comentarlo, una de la dependientas que había trabajado la tarde anterior recordó que, efectivamente, había ido un niño a comprar varias cosas al que le faltaba esa cantidad. "Seguro que le diría, no te preocupes y ya me lo traerás, que es lo que se suele hacer", señala Arancha Martínez. Como ha manifestado en las redes sociales de la tienda, le gustaría conocer a esta madre para agradecerle, a su vez, "el gesto que tuvo con nosotros". "Ha sido alguien que se ha molestado en escribir la nota, meterla en la bolsita con los 20 céntimos  y en acercarse hasta la tienda para abonar la deuda de su hijo... me parece...", cuenta la dueña de la librería sin encontrar un calificativo que defina todo lo que siente.

Aunque comenta que en ocasiones  en los dos establecimientos (Santos Ochoa tiene otra tienda en la calle Zaragoza) se encuentran con situaciones similares, esta vez, lo ocurrido les ha provocado un hondo sentimiento de afecto, tanto que el dinero no se ha metido en la caja y la bolsa de plástico, con su contenido, se quedará a la vista como recuerdo y ejemplo. 

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