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Espeleólogos aragoneses, catalanes y cántabros conectan 33 km de cavidades subterráneas entre Borau y Villanúa

Más de 20 personas han colaborado este año en la campaña de exploración de la zona kárstica de Lecherines que lleva investigándose 25 años. 

Más de 20 especialistas de cinco grupos espeleológicos de Aragón, Cataluña y Cantabria han colaborado durante este año en el trabajo de exploración de la zona kárstica de los Lecherines, entre Borau y Villanúa, logrando la ansiada conexión con la Sima del Baste hasta conseguir enlazar un sistema subterráneo de 33 kilómetros de cavidades que culminan 25 años de investigación y trabajo. 

Según explican desde el Centro de Espeleología de Aragón, el Sistema Lecherines constituye uno de los grandes complejos subterráneos aragoneses en el Pirineo Central. Enclavado en el Macizo del Aspe, se desarrolla actualmente bajo los términos municipales de Borau, donde se abren todas sus bocas, y de Villanúa, donde drena las aguas el sistema.

A lo largo de este atípico 2020 se ha continuado la campaña de exploración espeleológica en esta zona kárstica aunque de forma muy restringida debido a las restricciones sanitarias extraordinarias por la pandemia de la covid-19 con unos resultados que consideran "muy satisfactorios"

Durante el año se han ido efectuando diversas incursiones de fines de semana a la zona de los Lecherines, transportando material y explorando y topografiando diversas cavidades de la zona. Así mismo se realizó un campamento continuo de nueve días, donde hicieron diversos trabajos tanto en el interior como en el exterior de las cavidades. Como en otras ocasiones, el campo base fue el refugio López Huici, a 2.030 metros de altitud.

Durante ese campamento trabajaron principalmente en dos sectores de la Sima del Baste: la cota -700 metros, en la que se obtuvo el enlace con el Sistema Lecherines; y la cota -250 metros, donde se terminó de topografiar la Sala Ramposa. Fuera del Baste, se efectúo una incursión a la Cueva de Lecherin Bajo (A-111), acompañando al bioespeleólogo Pau Balart, donde se detectaron e identificaron cinco especies diferentes de troglobios.

Entre los trabajos en el exterior, se llevaron a cabo diversas pruebas de conexión con el sistema de comunicación TEDRA (aparatos de comunicación usando la conductividad del terreno), buscando los emplazamiento más idóneas para la conexión con los vivac interiores del Sistema Lecherines y de la Sima del Baste.

En concreto, participaron especialistas del Centro Espeleología de Aragón, el Ranidae Espeleoclub (Algayón), la Sección de Espeleología del Club Atlético Sobrarbe (Aínsa), el Espeleo Club Muntanyenc Barcelonés y de Exploraciones Subterráneas Proteus (Cantabria). Todos ellos apoyados y respaldados desde los primeros años por la Federación Aragonesa de Espeleología.

En esta larga investigación han contado con la colaboración de diversos entidades y organismos como los ayuntamientos de BorauVillanúa, el Parque Natural del los Valles Occidentales, los departamentos de Educación, Cultura y Deportes y de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, el Instituto Universitario de Investigación en Ingeniería de Aragón y el departamento de Paleontología de la Universidad de Zaragoza.

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