Adjudicada por urgencia la construcción de 216 nichos en el cementerio de Huesca

La construcción de un nuevo bloque de 216 nichos en el cementerio de Huesca está recogida en el anexo de inversiones del Ayuntamiento para 2020, pero las obras se han adelantado. Este lunes han comenzado los trabajos para realizar las nuevas sepulturas en el camposanto de la capital oscense después de licitarlos por el procedimiento de urgencia. La premura se debe a la pandemia y a la decisión del gobierno local de disponer de espacio suficiente ante un posible incremento de la demanda en el caso de que se produjera un nuevo pico de fallecimientos por coronavirus, según indican fuentes municipales.

Desde el Ayuntamiento han señalado que en estos momentos no hay problema de falta de espacio para llevar a cabo enterramientos. Tampoco hay saturación en el crematorio, como sí ha ocurrido en otras ciudades. De hecho, hasta el pasado mes de octubre se estudiaba la posibilidad de construir un segundo horno para incineraciones, pero estas disminuyeron a lo largo del año pasado al contar con otras dos instalaciones en la provincia, en Sabiñánigo y Barbastro.

Debido al procedimiento de urgencia adoptado para las obras que han comenzado este lunes, se convocó a tres empresas y entre ellas se optó por la que presentó la propuesta más ventajosa. Los trabajos tienen un coste de 193.000 euros y, además del bloque de nichos, contempla la realización de otras mejoras ya recogidas en esta tercera fase del proyecto de ampliación del cementerio. Este plan director, elaborado por el arquitecto Sixto Marín, empezó a acometerse en 2018 y prevé disponer suelo suficiente hasta 2028. El conjunto de las inversiones rondará el millón de euros.

Durante 2019 se invirtieron cerca de 220.000 euros en el cementerio municipal de Huesca. De estos, 132.000 se destinaron a la construcción de un nuevo bloque doble de nichos, que como el que se está levantando, que contaba con un total de 216 sepulturas. Otros 87.600 euros fueron para obras de mejora y mantenimiento. El trabajo más importante que se acometió (cerca de 34.000 euros) fue el arreglo de 1.150 metros cuadrados de pavimento, especialmente en la entrada de la parte nueva del cementerio, en cuatro calles exteriores y en dos calles que se encuentran bajo cubiertas. En todo 2018 hubo en total 547 incineraciones y 310 inhumaciones (92 de cenizas).

Para 2020 estaban proyectadas diferentes actuaciones como la construcción de un nuevo bloque doble de nichos y la preparación de la cimentación de otro más. También se continuará con el arreglo de pavimentos y se acometerán mejoras en las cubiertas y en el sistema de alcantarillado.

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