Las grandes fábricas de la provincia de Huesca han retomado este lunes su actividad normal pese al estado de alarma. No obstante, en todas se han extremado las medidas de precaución para garantizar la seguridad de sus empleados realizando controles de temperatura al inicio de los turnos, trabajando a puerta cerrada o concentrando el horario laboral en jornadas continuas. 

En Fraga, han sido muchas las empresas que han mantenido su actividad en los diferentes polígonos industriales, aunque con restricciones, desde el cierre al público hasta la adopción de severas medidas de higiene. La mayor, Becton Dickinson, que está dedicada a la fabricación de jeringuillas, ha potenciado sus ya de por sí estrictas medidas de seguridad, con el fin de evitar contagios y proteger a sus más de 600 empleados. De hecho, antes de acceder a las instalaciones, los empleados deben superar un control de temperatura, que se realiza en la puerta de acceso exterior, justo antes del inicio de cada turno, y en todo momento, respetar las distancias de seguridad, según ha detallado el director de la planta, Javier Pardiño.

También se han establecido nuevas rutinas, que describen cómo tomar un café en la sala de descanso o cómo cambiarse de ropa en los vestuarios y además, han sido potenciados los protocolos de desinfección y limpieza. Hasta la fecha, Pardiño también ha confirmado que las cadenas de suministros y envíos "están bajo control", aunque se trata de una situación "cambiante", ha señalado, al estar sujeta a posibles cierres de frontera. La alerta sanitaria tampoco ha provocado variaciones en la producción de la planta, que fabrica más de 6.000 millones de jeringuillas al año con destino a centros hospitalarios de todo el mundo.

En la Plataforma Logística de Fraga, otras grandes empresas han optado por trabajar a puerta cerrada y todas han incrementado las medidas de higiene. Por ejemplo, Menal ha protegido a sus trabajadores con mascarillas y guantes, ha colocado geles desinfectantes en sus accesos y ha dispuesto que los cambios de turno se realicen por puertas diferentes. También han suspendido las entrevistas y salidas comerciales así como la entrada de proveedores en otra de las empresas más conocidas de Fraga, Rigual.

Mientras, Ercros, con plantas en Sabiñánigo y Monzón, garantiza el suministro de productos críticos para evitar la propagación del Covid 19 y cubrir las necesidades esenciales. Igualmente está aplicando medidas específicas para sus trabajadores. 

Este fabricante de productos biocidas –tales como el cloro, la lejía, el clorito sódico, el agua oxigenada y el ATCC– que son aptos para la desinfección y efectivos para evitar la propagación del Covid 19 y otros productos esenciales para la higiene y alimentación –como la sosa cáustica, el ácido clorhídrico, el formaldehído y el fosfato dicálcico–, “es consciente más que nunca de su importante responsabilidad y trascendente contribución para con la salud y seguridad de las personas”, explican.

En este sentido, está tomando las medidas necesarias para asegurar la continuidad del suministro de dichos productos a sus clientes y colabora con las autoridades para priorizar, si fuera necesario en el futuro, la disponibilidad de los mismos. Todas las fábricas de Ercros están trabajando con normalidad: no hay afectación en la producción ni en el suministro de pedidos.

No obstante, ante la situación generada por este virus, Ercros está adoptando medidas de carácter higiénico, organizativo, operativo, de aprovisionamiento y logístico para proteger a su personal y evitar la propagación del virus. La empresa ha constituido un comité de seguimiento corporativo y uno en cada centro de trabajo, que valoran diariamente la eficacia de las medidas adoptadas y la necesidad de adoptar nuevas, si es el caso, en función de la evolución de la situación, siempre con el objetivo de mitigar las posibles consecuencias para la salud de las personas y para la actividad de la compañía.

Por otra parte, en Iberfoil Sabiñánigo, se han adoptado igualmente las medidas fijadas por las autoridades sanitarias tendentes a la protección de las personas y que afectan a la higiene, protección y distancia entre las personas. En el caso de los servicios de oficinas, se ha implantado el teletrabajo.

En las empresas de los polígonos de Huesca, ha habido un seguimiento desigual. Muchas han abierto sus puertas aunque han tomado medidas para intentar minimizar riesgos como restringir la atención al público, hacer jornadas continuas, dar instrucciones a sus trabajadores para que los viajes los realicen de forma individual... Muchos talleres han cerrado sus puertas pero solo han dejado número de emergencia para atender reparaciones que afecten a vehículos de servicios públicos.

Pablo Segura

Desde Cabrero e Hijos, una de las empresas de alimentación más importantes de la provincia a través de su red de supermercados Altoaragón, han querido dejar claro que el abastecimiento está garantizado y lanzar un mensaje de tranquilidad. "Os pedimos comprensión si el surtido no es tan amplio como nos gustaría poder ofreceros, y os pedimos responsabilidad individual a la hora de hacer vuestra compra diaria, pensad en todos y evitad el desabastecimiento. Esto es cosa de todos, y solo estando unidos podremos pasar estos duros momentos", resaltan.