La Diputación de Huesca va a iniciar un plan de mejora en las vías a Acumuer, Aineto, Allué, Ceresola, Layés, Osán y Pardinilla, siete pequeñas poblaciones del término  municipal de Sabiñánigo cuya población no llega a los treinta habitantes y para las que son  el único modo de acceder. La Diputación ha adjudicado con un presupuesto de  303.075 euros estas obras a la constructora aragonesa Vialex.

Para el responsable de Obras en la DPH, Joaquín Monesma, estas actuaciones van en la dirección del “equilibrio territorial con el que siempre trabajamos” porque, según afirma, “el acceso a un pueblo, lo que es la red secundaria, es determinante a la hora de que alguien se quede o quiera venir a residir aquí”. Las actuaciones conllevan  la mejora sustancial del actual trazado, en unos casos se trata de la renovación del firme en mal estado pero también del acondicionamiento de caminos para convertirlos en ramales de fácil acceso.

El inicio de estas obras se produce tras haber finalizado un proyecto similar en otros tantos núcleos (Gésera, Larrés, Castiello de Guarga, Fablo, Latás, San Román de Basa, Ordovés, Arguisal y Sabiñánigo Alto), todos localizados en áreas de escasa densidad poblacional. El municipio de Sabiñánigo es uno de los más grandes del país en superficie y número de pueblos dispersos, con más de medio centenar habitados. En este sentido, Joaquín Monesma, señala que “somos conscientes de que sin poder llegar en condiciones, cualquier lugar está condenado al abandono, esta zona se ha abierto mucho con el eje Sabiñánigo-Fiscal y los avances en la autovía del Pirineo, pero no hay que olvidar el papel que juegan las carreteras secundarias”.

De ahí, esta fórmula de colaboración con el Ayuntamiento de Sabiñánigo, para lo que la inversión de la DPH asciende a 303.075 euros y la adjudicación contempla que en menos de un año deben haberse terminado todas las actuaciones.

Los trabajos de mayor envergadura se llevarán a cabo en Ceresola y Acumuer, por la longitud donde se va a actuar o el estado del firme que los hace más urgentes. En el primer caso, llegarán a los más de 5 kilómetros del actual camino que conecta la localidad con la carretera general (A-1604), tramo que pasará a ser un ramal con mejor rodadura para el tránsito hasta esta población de apenas cinco vecinos. En las zonas con mayor peligrosidad, está previsto colocar quitamiedos en cada uno de los tramos donde se actuará.

Los 8,2 kilómetros de la carretera secundaria de Larrés que llega hasta Acumuer, en la cabecera del valle del río Aurín, se verán mejorados en esos mismos términos de seguridad y principalmente en el pavimento para eliminar blandones y con tratamiento asfáltico. Se hará especial incidencia a la hora de adecuar las cunetas en la parte final del acceso que llega a esta pequeña población conocida turísticamente por el ibón de Bucuesa y su entorno natural.

Allué, Osán y Pardinilla serán otras de las pequeñas localidades beneficiarias con actuaciones que contemplan desde la pertinente limpieza de cunetas, trabajos de bacheo, asfaltado y la construcción de algún paso salvacunetas y de entrada a fincas colindantes. También se acondicionará la pista que conecta las localidades de Castillo de  Lerés y Layés con zahorra natural, en los 1,6 kilómetros que las separan se realizarán otras obras de fábrica necesarias para evacuar correctamente las aguas.

En Aineto, donde ya se han creado varias actividades económicas, los trabajos estarán centrados en el último tramo de alrededor de 250 metros que no están asfaltados de cara a conseguir una rasante adecuada para el tráfico rodado. Se actuará en taludes para evitar estrechamientos de la vía y en el revestimiento de cunetas, mientras que en el resto de los 3 km de esta vía será ya cuestión de bacheo y mejora en general.