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Fomento propone a Dragados para las obras de Campo al congosto del Ventamillo
Ha sido la mejor valorada de las 24 ofertas presentadas con un presupuesto de 35,6 millones de euros, que supone una rebaja del 23% sobre el precio de licitación.
La Mesa de Contratación de la Secretaría de Estado de Infraestructuras, Transportes y Vivienda del Ministerio de Fomento ha propuesto a la empresa Dragados para la ejecución de las reivindicadas obras de acondicionamiento en la carretera N-260, entre Campo y el Congosto del Ventamillo. Entre las 23 ofertas económicas que habían pasado el corte, ha sido la mejor valorada con 92,06 puntos sobre 100 y un presupuesto de 35,6 millones de euros (IVA incluido), lo que supone una rebaja del 23% sobre el precio base de licitación (46,3 millones).
Por detrás han quedado Puentes y Calzadas Infraestructuras (90,886 puntos) y las uniones temporales de empresas formadas por Peninsular de Contratas-Sociedad General de Obras-Equipamientos Blasco-Montajes Industriales Álvares (89,59), Lantania y Ecysa Compañía General de Construcciones (88,25) y Sacyr Infraestructuras y Cavosa Obras y Proyectos (87,17). Además, en la criba final fueron excluidas dos de las ofertas por haber presentado bajas temerarias. Ahora habrá que esperar a ver si la decisión final coincide con la propuesta de la Mesa de Contratación
Recientemente, el Consejo de Ministros acordó ya la declaración de urgente ocupación de los terrenos necesarios, que afectan a los términos municipales de Castejón de Sos, Seira y Campo.
La solución proyectada consiste en la ampliación de la plataforma de la carretera N-260, actualmente de aproximadamente 5,5 m de anchura, adoptando una anchura de 8 metros (dos carriles de 3,50 m y arcenes de 0,50 m). Incluye la ejecución de dos túneles de 265 m y 540 m de longitud. En total la actuación afecta a 11,98 kilómetros. Las obras incluyen la mejora del firme en el congosto del Ventamillo (388 al 391) donde por razones ambientales se conserva el trazado. También se reurbanizará la travesía de Seira.
El Gobierno confía en que las obras se adjudiquen en pocas semanas para que arranquen durante el último cuatrimestre. Teniendo en cuenta que el plazo de ejecución es de 38 meses, deberían estar terminadas a finales de 2022 o principios de 2023, en función de cuándo se formalice el contrato.
