Fallece el oscense Ismael Pascual, directivo de Coca-Cola

"Hoy Coca-Cola ha perdido algo de chispa". Con esta frase, la compañía ha anunciado este lunes a través de una esquela el fallecimiento en Madrid, el pasado domingo, del directivo Ismael Pascual Pueyo, de 52 años y natural de Huesca, tras una larga enfermedad. Estaba vinculado a la empresa desde hacía más de dos décadas y en los últimos años había ocupado importantes cargos. En la esquela se refiere a él diciendo que "era toda una personalidad. Lo es, mejor dicho". "Un gran profesional, pero sobre todo una gran persona. Nos deja un enorme vacío que sin duda alguna llenaremos recordando toda esa energía que Ismael desprendía".   

Ismael Pascual estudio psicología en la Universidad Autónoma de Madrid. Sus inicios profesionales fueron en el sector de la investigación de mercados, desarrollando su carrera en varios institutos de investigación, antes de su paso a Coca-Cola, donde ha estado 22 años trabajando. En la multinacional, pasó por las áreas de Investigación de mercados, Marquetin y Comunicación. En 2013 aceptó el puesto de director de Comunicación Integrada de Marquetin para la División de México, donde estuvo 5 años

Actualmente trabajaba para la unidad de negocio del Oeste de Europa como director. 

Pero si el currículo de este oscense es extenso, también lo son sus hitos profesionales en Coca-Cola, con campañas publicitarias como las de Benditos Bares de Coca-Cola, la de Visionarios de Aquarius o el lanzamiento de Aquarius V3. El protagonista del anuncio, ese director de márquetin que al finalizar dice “Si no funciona me echan, si funciona, también”, está inspirado en él, son las instrucciones que le dio a la agencia. También impulsó el lanzamiento del producto Limon y Nada. 

Fuentes de la compañía han comentado que llevaba muy a gala ser de Huesca, siempre fiel a sus orígenes y a sus principios. "Era un gran conversador, era un placer tener con el esas charlas que sabías cuándo empezaban pero no cuándo acababan… pero nunca se hacían largas". Estaba casado y tenía dos hijos, a uno de los cuales le puso el nombre del patrón de Huesca, Lorenzo.  Su gran pasión era el esquí, algo que también lo conectaba con su tierra.   

En los últimos tiempos se había interesado mucho por los temas sociales e involucrado con varias fundaciones. Una de ellas, Vipeika, se dedicaba a conseguir que los niños que viven en las zonas de extrema pobreza en el mundo tuvieran nutrición y educación. En agradecimiento por su apoyo, ha manifestado su intención de abrir una escuela en Kenia en su nombre.