No estudian ni trabajan pero buscan una segunda oportunidad

El profesor, con un cajón musical, marca un ritmo que anima a caminar y a dar vueltas en una sala con un gran espejo. Otra docente enseña movimientos con los brazos y las piernas hasta que, tras una indicación, todos se paran y gritan la misma palabra, pactada antes. Es una dinámica de grupo para que los seis alumnos que han iniciado la Escuela de Segunda Oportunidad rompan el hielo, entre ellos y con los formadores que durante varios meses intentarán motivarles para que vuelvan a estudiar y aprendan un oficio.

Esta escuela es un proyecto del Ayuntamiento de Huesca que ha empezado este lunes, con clases se imparten en el Espacio Zeta. Está dirigida a jóvenes de 18 a 25 años que no han finalizado la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y que no tienen trabajo. Es el caso de Alejandro Espatolero. Tiene 18 años y se ha apuntado a esta segunda oportunidad para "adquirir un poco de experiencia, tanto laboral como de lo que sea porque es imprescindible actualmente". Cuenta que dejó la ESO en tercero y que ha estado en una escuela de jardinería. "Estoy picando en un sitio y en otro a ver qué me gusta y qué cojo", comenta. Apenas lleva un rato en su nueva aventura pero señala que "la dinámica es distinta y motiva". "Es distinto al instituto", añade.

El concejal de Desarrollo, Fernando Gállego, explica que el objetivo del proyecto es "avanzar en la igualdad de oportunidades y conseguir que aquellos que han quedado excluidos de la formación reglada puedan volver a engancharse o acceder al mercado laboral". De momento participan seis jóvenes, aunque se espera que el número vaya creciendo hasta alcanzar los 40, la máxima capacidad de la escuela.

A Hipólito Sánchez, de 22 años, ha sido la asistente social quien le ha recomendado buscar esta segunda oportunidad. No es la primera vez que asiste a cursos del Ayuntamiento de Huesca, que "me han servido para aprender y para la hora de buscar trabajo", cuenta. Como ejemplo, se refiere a la forma de comunicarse y de expresarse, "que eran cosas que yo no sabía ni tenía a mi disposición y hoy las tengo por los cursos que he hecho", asegura. Su objetivo es encontrar un trabajo y "echar para adelante".

La coordinadora del proyecto, Silvia Abad, de la Academia ATO, que impartirá la formación, ha explicado que se trata de "ofrecer a los alumnos este recurso que les sirve de puente para plantearse futuras posibilidades". Un equipo de seis profesores impartirán talleres relacionados con la comunicación, las matemáticas, el inglés, la expresión artística, la informática y la reparación de equipos electromecánicos. Abad ha destacado la importancia de conocer los intereses de los alumnos para trabajar a partir de ellos un itinerario personalizado y adecuado a cada uno sobre competencias matemáticas, lingüísticas y artísticas, con el objetivo de "hacerlo girar a su aprendizaje de una manera lúdica, intentando captar sus intereses para continuar la formación".