Un yacimiento arqueológico para suertudos

Seis voluntarios, elegidos por sorteo, participan en la excavación de la cueva de Coro Trasito, en Tella, para descubrir el patrimonio geológico y arqueológico de Sobrarbe.

Equipo de arqueólogos y voluntarios, escuchando las explicaciones iniciales que realizan los directores de excavación
Equipo de arqueólogos y voluntarios, escuchando las explicaciones iniciales que realizan los directores de excavación
Nacho Pardinilla

El pasado lunes comenzó en Tella la quinta edición del programa Excava en el Geoparque de Sobrarbe, un espacio que, junto al del Maestrazgo, forma parte de la Red de Geoparques Mundiales de la Unesco. La iniciativa “permite acercar a los ciudadanos el patrimonio geológico y arqueológico de Sobrarbe, así como las técnicas y metodología utilizadas por los investigadores en un yacimiento real, -explican fuentes del servicio de Patrimonio de la Comarca de Sobrarbe-. No tienen por qué estar vinculados a la arqueología, de hecho no se hace ningún tipo de selección previa en este sentido”.

En la campaña de este año, seis voluntarios, elegidos por sorteo, participan en la excavación en el yacimiento de la Cueva de Coro Trasito, cercana a la localidad de Tella, para profundizar en el conocimiento de esta cavidad, ya utilizada por grupos humanos desde el Neolítico.

“Es un yacimiento de gran interés porque permite reconstruir en cierta manera el uso que se pudo dar a este territorio que hoy conforma el entorno del parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, -señala Nacho Pardinilla, técnico de Patrimonio de la comarca de Sobrarbe-. En las excavaciones, todo es susceptible de ser investigado, desde el más mínimo grano de polen hasta una semilla, un trozo de carbón o cualquier resto de hueso que permita reconstruir la dieta que seguían estos grupos humanos así como el tipo de especies vegetales, tanto naturales como cultivadas que había a su alrededor, e incluso qué posibles animales convivían con ellos en la misma cueva, porque era lugar de hábitat y a la vez servía para guardar el ganado”.

A comienzos del mes pasado, tuvo lugar el sorteo entre las 19 personas procedentes de provincias como Cádiz, Córdoba, La Rioja, León, Madrid, Murcia, Tarragona, Valencia o Asturias, entre otras, que se habían inscrito previamente a través de la página web del Geoparque de Sobrarbe.

“Los dos primeros voluntarios seleccionados proceden de Bembibre (León) y Guadarrama (Comunidad de Madrid). El lunes 21 de agosto comenzó su participación, integrándose en el equipo de investigación dirigido por los arqueólogos Ignacio Clemente, científico titular del Departamento de Arqueología y Antropología de la Institución Milá y Fontanals del CSIC; y Ermengol Gassiot Ballbèn, profesor y secretario del Departamento de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Barcelona)”, informan desde la comarca de Sobrarbe.

En 2011, una primera investigación en la cueva de Coro Trasito permitió recuperar materiales de varios niveles arqueológicos de la Edad del Bronce al Neolítico. “En 2013 se realizó un nuevo sondeo profundizando seis unidades estratigráficas más y las siguientes campañas arqueológicas también han permitido obtener valiosos datos acerca de “la economía y el modo de vida de los primeros pobladores neolíticos del Pirineo central. Un buen número de silos y otras estructuras excavadas permiten inferir sistemas de almacenamiento y una organización social del espacio muy interesante”, destacan fuentes responsables del proyecto.

“Los análisis del polen, semillas y carbones, así como el estudio de los restos de fauna, la industria lítica y la producción cerámica, hacen pensar a los investigadores que la cueva pudo ser ocupada por esas comunidades humanas durante buena parte del año. El último momento de ocupación documentado hasta la fecha es de la época del Bronce Final (alrededor del 1.500 a. C.). Este nivel se asienta y corta directamente el último momento del Neolítico Antiguo. La ocupación del Neolítico Antiguo se extiende desde el 5.300 hasta el 4.600 a. C.”, añaden.

Los trabajos en el yacimiento de la cueva de Coro Trasito van a continuar a lo largo de este año con el objetivo de sacar a la luz más información acerca del uso que esta cavidad, en la que convivían animales y personas, tuvo en el pasado. "Una excavación arqueológica es un libro abierto. La información que se obtiene en un yacimiento como este no tiene un sentido aislado y se une, a su vez, con investigaciones en otros muchos yacimientos. Esto permite reconstruir cómo se fue poblando el Pirineo durante toda la Prehistoria”, apunta Pardinilla.

Las excavaciones, que comenzaron el 21 de agosto, se prolongarán hasta el 9 de septiembre y a durante la próxima semana se incorporarán al equipo 4 voluntarios más llegados desde Logroño, Pamplona, Aínsa e Igualada. Esta nueva edición del proyecto Excava cuenta con la colaboración del Departamento de Educación, Cultural y Deporte del Gobierno de Aragón, la Diputación de Huesca, la comarca de Sobrarbe, el Geoparque Mundial Unesco Sobrarbe-Pirineos, el Centro de Estudios de Sobrarbe y el Ayuntamiento de Tella-Sin.

Visitas guiadas

La cueva de Coro Trasito forma parte del programa de visitas guiadas que organiza el municipio Tella-Sin (precio: adultos, 10 euros; niños de 6 a 12 años, 5 euros) y que pueden reservarse por vía telefónica a través del número 608 104 525. El punto de encuentro es el Museo del Oso de Tella.

Después, la aproximación se realiza en coche -por un tramo por pista de tierra en buen estado por el que puede subir cualquier turismo- desde el dolmen de Tella hasta la cueva del Oso y la de Coro Trasito, a 1.600 metros de altitud, que están prácticamente unidas.

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