Una marea festiva demasiado colorada y 44 años de sentimiento peñista

Lourdes Plana, de la Laurentina, colocó la pañoleta al santo tras la multitudinaria cabalgata seguida por miles de oscenses.

Además de la que anudó a San Lorenzo, Lourdes Plana llevó una pañoleta con los escudos de las 6 peñas.
Además de la que anudó a San Lorenzo, Lourdes Plana llevó una pañoleta con los escudos de las 6 peñas.
R. G.

Año tras año se lanzan mensajes para vivir un San Lorenzo ‘de blanco y verde’, pero año tras año también muchos se empeñan en teñir de rojo el inicio de las fiestas por el vino de cientos –o miles– de tetrabricks y garrafas que acaban tirándose por encima unos a otros. El disparo del chupinazo marca el punto de éxtasis máximo y minutos después una cabalgata cada vez más colorada empieza a desfilar por el centro de la ciudad.

La marea humana salió de la plaza de la Catedral hacia la empinada costanilla de Santiago pidiendo agua a los curiosos que no se querían perder el desfile desde los balcones. Poco a poco, y encabezados por las pancartas de cada peña, la riada festiva se fue extendiendo por el Coso, Porches de Galicia y plaza Navarra.

Los jóvenes se arremolinaron en torno a las charangas, que en estas primeras horas de las fiestas tiraron de clásicos como ‘La chica ye ye’ de Concha Velasco, o ‘A quién le importa’ de Alaska. Pero la mayor concentración de peñistas seguía al camión musical de la peña 10 d’Agosto, cual flautista de Hamelín, pero con ritmos electro-latinos.

Miles de personas, desde las aceras o los balcones, siguieron la cabalgata de impoluto blanco y verde, con cierta prevención a ser salpicado pero observando con simpatía la alegría de los más jóvenes. El contraste a la marea colorada con fragancia a vino barato lo pusieron las mairalesas, vestidas de gala. Desde aquí no se salpicaba alcohol sino confeti.

Las carrozas de las representantes de las peñas encabezaban el desfile, cerrado por las de los barrios. La plataforma de las más pequeñas, titulada ‘Carrusel’, estaba adornada con unas pajaritas sobre las que iban montadas las niñas. El guiño a la ciudad aún era más evidente en la de las mayores, con los monumentos y rincones más representativos de Huesca: los claustros de San Pedro, los Porches de Galicia y de la plaza del Mercado, el palacio del ayuntamiento o la catedral.

La comitiva se disolvió y la fiesta se trasladó a la plaza de San Lorenzo, donde se vivió uno de los momentos emotivos, el saludo al santo, que cada año es más multitudinario. Desde más de media hora antes, peñistas de todas las edades fueron llenando la plaza y un DJ amenizó la espera al ritmo del ‘15 de agosto’ de Ixo Rai, ‘Mi gran noche’ de Raphael y ‘Aquí está Os Mainates’, aunque también se coló –muy ovacionado- el ‘Despacito’ de Luis Fonsi.

Así, entre baile y baile y una vez que estaban en la plaza las pancartas de todas las peñas, llegó el momento en el que Lourdes Plana, socia desde hace 44 años de la Alegría Laurentina, se subió a la plataforma ubicada a las puertas de la basílica, que fue elevándose hasta la hornacina mientras sonaba el himno interpretado por la Banda de Música de Huesca. Un momento único que quiso compartir con su sobrina y y dos chicas miembros de la junta "porque me dijeron que podía subir sola o acompañada y pensé que las tres se lo merecían".

"Ha sido muy emocionante"

La plaza se llenó entonces de pañoletas al viento y a Lourdes Plana se le desbordaron las sentimientos "Ha sido muy emocionante ver aquí a tanta juventud. Creo que había pocas familias de Huesca que no estuvieran representadas en estos momentos en esta plaza", señaló nada más bajar de la plataforma.

Plana le anudó a la imagen de San Lorenzo su propia pañoleta "porque no me parecía bien hacer una nueva para la ocasión, el santo se merecía la mía". Y mientras lo hacía, le dejó una petición secreta y unos deseos más generales: "Que Huesca vaya para arriba y que seamos de verdad la segunda ciudad de Aragón, y sobre todo salud para todos". Confesó que cuando estaba junto al santo, "me he acordado de mi familia, en especial de mis padres, y de miembros de mi peña y de otras que faltan".

Tras la frenética y emotiva mañana de ayer, Lourdes Plana esperaba reengancharse a las fiestas. "No he podido ir al izado de banderas ni al chupinazo, pero a partir de ahora ya seguiré con la vida de peñista yendo al Jai Alai, a los conciertos... a todo lo que nos deje hacer el tiempo", dijo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión