Un rastrillo en el que se implica toda Huesca

La Asociación Contra el Cáncer celebra su tradicional mercadillo navideño con multitud de productos donados.

Un rastrillo en el que se implica toda la ciudad de Huesca
Un rastrillo en el que se implica toda la ciudad de Huesca
R. C.

Diferentes tipos de collares y pulseras, vajillas, ropa de niño o selectos turrones y chocolates. Todo con valor añadido. El mercadillo navideño de la Asociación Española contra el Cáncer en Huesca celebra estos días una nueva edición y lo hace estrenando ubicación, en el centro de la capital oscense, en la antigua tienda Rodrigo López, ubicada en el número 32 del Coso Bajo.


“El cambio de espacio es la principal novedad de este año, y la verdad es que lo estamos notando, porque la afluencia está siendo mayor”, explica Alicia Uriol, miembro de la junta provincial de la entidad en Huesca, que espera que esto pueda repercutir en la recaudación final. En las anteriores ediciones se han movido en torno a los 15.000 euros, y esperan contar con una cifra similar o incluso mayor en este año.


Lo que tampoco ha cambiado es la implicación de todo tipo de establecimientos de la ciudad, que han donado “todo lo que estaba en su mano”, explica Uriol. Así, los diferentes voluntarios de la asociación han recorrido en estos días los comercios en busca de aportaciones que ahora llenan las estanterías del rastrillo.


“La implicación de los comercios es total, en casi el 100% de sitios en los que lo hemos propuesto, nos han facilitado algún producto y también ha habido particulares que han querido participar”, relatan desde la organización, remitiendo a diferentes manualidades y prendas, especialmente de bebé, elaboradas a mano para la ocasión.


En este sentido, desde la asociación apuntan a que la implicación de los comercios de la ciudad ha sido constante en todas sus entregas, incluso en los años de mayor crisis. “Puede haber una mayor o menor cantidad de productos, pero la respuesta es siempre total a la hora de intentar aportar”, dice Alicia Uriol, visiblemente agradecida por la respuesta recibida en todos estos años.


También los bares y restaurantes de la ciudad participan en el rastrillo, dotando de aperitivos a la pequeña e improvisada cafetería con al que cuenta el local y en la que cada cual realiza su aportación en una hucha de la asociación. Tortillas, croquetas, tartas o bombones forman la oferta de su mostrador, que va variando en cada jornada.


Dentro de la oferta del rastrillo, y al margen de la zona de cafetería, también hay una parte dedicada a la alimentación, con productos selectos, la mayoría elaborados en la provincia o procedentes de comercios de la ciudad. “Esta parte es la única que no es donada, sino que la compramos”, puntualiza Uriol, destacando la categoría de 'gourmet' de todos estos productos.


Turrón, queso de Radiquero, mermeladas o chocolate integran la parte central del espacio del rastrillo. “Siempre adquirimos los mismos productos, que ya tienen sus adeptos, porque hay gente que viene y se lleva, por ejemplo, mermelada para todo el año”, comentan desde la organización.


Todo lo que se recaude con las ventas de este mercadillo navideño se donará de manera íntegra a la asociación provincial, con el fin de que puedan destinarlo a diferentes proyectos con el fin de investigar en la lucha contra el cáncer. El rastrillo permanecerá abierto hasta el próximo domingo en horario de 9.30 a 14.00 por la mañana, y de 17.00 a 21.00 por las tardes, también el fin de semana.

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