La plaza Mayor de Aínsa, un museo en vivo

El Ayuntamiento y la Universidad recrean cómo era la localidad en el siglo XV

Aínsa vuelve al medievo
Aínsa vuelve al medievo
Inmaculada Casasnovas

Quienes visiten este fin de semana Aínsa y vayan a pasearse por el empedrado de su monumental plaza Mayor creerán haber viajado en el túnel del tiempo. Este los llevará hasta la Edad Media y más concretamente al año 1423, cuando la reina María le otorgó un documento con el privilegio de usar la marca ‘marchus ville ainse’ para imprimir en las piezas elaboradas por los orfebres y plateros locales con metales preciosos. Esa fecha simboliza su época de mayor esplendor, que ahora se ha querido reconstruir con un arqueomercado y el I Seminario de Historia, Investigación y Didáctica.


"Ha sido un reto difícil y a la vez estimulante. Nos remontamos a unos años muy importantes económicamente para la villa de Aínsa, por aquel entonces un centro logístico de mercaderías entre Francia (Toulouse) y España (Aragón)", dijo el alcalde en la inauguración.

Esa época de esplendor dejó su huella en el desarrollo urbanístico del pueblo, especialmente en la plaza Mayor que se configuró para acoger los mercados, de ahí su fisonomía cerrada y con arcadas para proteger de la lluvia a los comerciantes.


El objetivo, explicó Pueyo, es posicionar a Aínsa "como villa de congresos medievales" y atraer visitantes fuera de la temporada. El modelo turístico ha permitido incrementar la población en 300 habitantes en la última década.


El público puede recorrer los puestos que recrean algunos de los oficios más característicos de la Edad Media, lo que el profesor de la Universidad de Zaragoza Darío Español, director del seminario, llama las "cápsulas históricas", entre ellas una apoteca o botica medieval, una armería, una fustería en la que un carpintero construirá yugos, una antigua fragua donde se fabricarán herramientas o una arquería. Español quiso dejar claro que “no es un mercado medieval al uso” con fines lucrativos.


En paralelo, en la torre del homenaje del castillo, tiene lugar el seminario, con cinco conferencias. La apertura corrió a cargo de Agustín Ubieto, profesor emérito de la Universidad de Zaragoza. También intervienen el historiador y escritor Anchel Conte, muy vinculado a la localidad, el arquitecto Pedro Miguel Bernad, la profesora de Prehistoria Lourdes Montes o Darío Español.


Además del Ayuntamiento y la Universidad, detrás están también la Diputación de Huesca y la Asociación Cultural La Morisma, que quiere que Marchus Ville Ainse consolide a la localidad como «un referente en actividades relacionadas con el Medievo».


En la recreación se han intentado cuidar todos los detalles, colocando aperos antiguos, agrícolas y ganaderos, o distribuyendo por la plaza pacas de paja. Los operarios municipales han trabajado para tapar todo tipo de cableado eléctrico, de tuberías de agua corriente o de rótulos de establecimientos, con el fin de eliminar cualquier elemento inexistente en la Edad Media y hacer de la plaza Mayor un museo viviente.

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