Regreso al siglo XIII con todo detalle en Loarre

El castillo de Loarre volverá a la Edad Media el 9 y 10 de julio y sus vecinos se preparan para poder recrear la época.

Patrones de capas y telas de lino fueron los protagonistas del taller que recibieron los vecinos de Loarre el pasado fin de semana y que tenía como objetivo que los habitantes de la localidad se sumergieran en la historia del siglo XIII, sobre todo en los detalles de su indumentaria. Su conocido castillo vivirá los próximos días 9 y 10 de julio el primer Encuentro Internacional de Recreación Histórica, y desde la asociación de Amigos del Castillo de Loarre se persigue que los vecinos participen de manera activa en la programación de las jornadas. “Lo bonito es que todos nos involucremos, no solo como espectadores, sino que también participemos y podamos disfrutar todavía más de lo organizado”, explica Rebeca Santolaria, presidenta de la asociación.


Para ello recurrieron a la asociación Feudorum Domini, especializada en el estudio de esta época y de la mano de su presidente, José Manuel Molina, repasaron los detalles de la indumentaria del siglo XIII. “En nuestro caso buscamos es hacer una recreación lo más rigurosa posible tanto de las vestimentas como de los rituales asociados a estas, para lo que llevamos a cabo estudios exhaustivos de documentos y también del patrimonio”, explica Molina, que establece así la diferencia entre las recreaciones y las ferias medievales. “Hay un fin casi didáctico, por encima del entretenimiento, aunque a veces estén relacionados los dos tipos de eventos”, explica.


Por ello, encontrar el tejido más parecido al que se utilizaban en la época y cumplir de la manera más fiel posible con los diseños fue el objetivo del taller llevado a cabo en Loarre, similar a los que imparte Feudorum Domini en otras localidades. “Además del hecho de confeccionar los trajes, pudimos conocer de primera mano muchos aspectos de la historia, necesarios para entender el sentido de algunas cosas”, comenta Santolaria.


En este caso, combinar la exactitud de los modelos con la economía se convierte en una de las tareas más complicadas. “Lo que antiguamente se utilizaba porque era fácil de conseguir, ahora son materiales muy preciados y caros, como el lino”, puntualiza José Manuel Molina, que indicó así a los asistentes al taller los lugares para conseguir todo lo necesario para elaborar sus trajes, que en función de los detalles y del estamento social de aquellos que lo portaban, pueden costar entre unos 30 euros y casi 1.000 en los más elaborados.


Y es que la indumentaria no se limita a la parte más visible, también se recrea la ropa interior, muy compleja, y que lejos de lo que pueda parecer, no los convierten en menos apropiado para los meses de verano, como cuando se celebra la cita de Loarre, como explica el presidente de la asociación, citando a los Tuareg del desierto para argumentar que más tela no implica más calor.


Otro de los eventos de este tipo de más renombre en Aragón, organizado directamente por la asociación Feudorum Domini, es la que se lleva a cabo en la localidad altoaragonesa de Ibieca, situada a 20 kilómetros de Huesca. Este verano cumplirá un lustro de vida su recreación histórica en la iglesia de San Miguel de Foces, una joya románica declarada monumento nacional, célebre por las pinturas murales con las que cuenta, pertenecientes al estilo gótico lineal del siglo XIV.


De hecho, la celebración de esta jornada histórica ha ayudado a situar en el mapa a la localidad y dar todavía más celebridad a su patrimonio. Molina cita otros pueblos en los que los vecinos han ido involucrándose con las recreaciones a cada edición, como es el caso de Bulbuente en Zaragoza. De hecho, espera que ocurra también en Loarre en los próximos años.

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