Las fiestas del fuego del Pirineo celebran por primer año su reconocimiento por la Unesco

Las fallas o fiestas del fuego del Pirineo se celebran este año por primera vez bajo reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco, el primero otorgado a una manifestación cultural de la Comunidad (en España solo hay 13). San Juan de Plan, Sahún, Laspaúles, Villarrué, Suils, Castanesa, Bonansa, Montanuy y Aneto, que suman poco más de 1.000 habitantes, son las localidades altoaragonesas que mantienen vivo este ritual de las fiestas del solsticio de verano, cuando los vecinos suben a la cima de la montaña con antorchas para encenderlas en una hoguera y bajar al pueblo dibujando una serpiente de fuego.

Laspaúles convocó el pasado fin de semana un taller ‘fallaire' para enseñar a los más jóvenes de la zona el arte de construirse su propia antorcha o falla con la que tomarán parte el jueves en el mágico desfile de la noche de San Juan. José Ignacio Espot, el alcalde de este municipio ribagorzano, reconoce que la declaración de la Unesco supone un auténtico espaldarazo para la celebración y para promocionar la zona. "Era una festividad muy poco conocida pero ya hace unos años que las fallas empiezan a tener nombre", comenta, señalando la estrecha vinculación de los vecinos con estos festejos que "nunca han corrido peligro de desaparecer" con o sin el apoyo de la figura de protección de la Unesco.

Por su parte, la técnico municipal Raquel Alegrete apunta que, salvo un recorrido algo más largo de lo habitual, no está previsto realizar nada especial para conmemorar la declaración. Como su alcalde, entiende que pueden llegar a convertirse en un excelente instrumento de promoción turística de la zona.

Algo que también destaca el primer edil de Bonansa, Marcel Iglesias, quien recuerda que años atrás ya se llenaban por estas fechas los alojamientos turísticos pero que la mayor difusión de la fiesta ha redundado en un incremento del interés por las fallas pirenaicas. "Hemos visto cómo unas fiestas que eran totalmente desconocidas fuera de nuestros pueblos van teniendo una mayor repercusión mediática y social", apunta Iglesias.

El edil recuerda que, aun manteniendo una esquema bastante similar con sus recorridos serpenteantes de fuego, todas las fallas altoaragonesas tienen sus peculiaridades. "Todas son impresionantes pero la localidad que tiene unos elementos más singulares es Sahún, donde se voltean las fallas en la noche creando unas imágenes muy impactantes", sostiene.

José María Agullana, antiguo alcalde de Montanuy, es otra de las personas que se ha implicado directamente en la consecución del reconocimiento de la Unesco. Recuerda que en algunas de las localidades la celebración de las fallas de San Juan se paró tras la Guerra Civil y que, aunque algunas no consiguieron recuperarlas, los vecinos de la zona hicieron lo imposible por volver a celebrar este ritual. "La gente aquí siente las fallas como algo muy íntimo", comenta Agullana, para quien la declaración de Patrimonio de la Humanidad servirá para dar a conocer este territorio, para hacerlo más visible y que pueda convertirse en un motor de promoción económico y social para una zona con una fuerte tasa de envejecimiento y despoblación.

Tan solo Castanesa y Aneto celebran este año las fallas en fecha distinta a la noche de San Juan ya que en estas dos localidades la festividad ha estado siempre asociada a la noche de San Pedro, este año el día 28. Al coincidir en pueblos muy próximos se decidió retrasar la de Castanesa al primer sábado de julio.Hoguera en Barbastro

La fiesta del fuego se celebra en muchos rincones de la provincia. Barbastro encendió anoche las hogueras de San Ramón, once fuegos que ardieron a partir de las 22.00. En el concurso organizado resultó ganadora la del barrio de San Joaquín, seguida de Santa Bárbara, El Triangulé, El Terrero y el barrio San Hipólito. Hoy habrá una romería.