La sequía y el calor obligan a abrir una campaña especial de riego para salvar el cereal invernal

Riegos del Alto Aragón ofrecerá cinco días de suministro, desde el sábado 19 al 23 de diciembre. Preocupación en Asaja y UAGA porque las previsiones siguen confirmando ausencia de lluvias.

Luna y Maza observan los problemas de nascencia de una explotación de siembra tradicional de Robres.
Luna y Maza observan los problemas de nascencia de una explotación de siembra tradicional de Robres.
P. P.

La falta de lluvias y las suaves temperaturas, que están muy por encima de los valores medios para un mes de diciembre, están poniendo en riesgo la campaña de cereal de invierno, que abarca varios tipos de cultivos, principalmente cebada, trigo y guisante. De hecho, Riegos del Alto Aragón anunció ayer que dará agua a las comunidades de base durante cinco días con el fin de compensar la inexistencia de precipitaciones y de este modo, poder salvar la cosecha. En el secano, la situación es todavía más complicada con una irregular e, incluso, inexistente nascencia en muchos casos.


De forma habitual, las bajas temperaturas provocan que la planta entre en un estado vegetativo y de este modo, sea capaz de retrasar su crecimiento. No obstante, las mínimas están por encima de los cero grados y en consecuencia, el cereal está acelerando su desarrollo.

En pleno crecimiento, la planta necesita agua y por ello, Riegos del Alto Aragón ha abierto este periodo especial de regadío, que irá del próximo sábado, día 19, al siguiente miércoles, 23. Se trata de una situación inusual y extraordinaria. Desde la comunidad general se advierte de que el suministro ofrecido durante estas jornadas será considerado como "agua de campaña" y en caso de persistir la sequía, se contabilizará como cupos.Los embalses, al 55%

De momento, el sistema de Riegos del Alto Aragón tiene sus reservas al 55% de su capacidad. En concreto, el embalse de El Grado se encuentra al 97, La Sotonera al 75 y Mediano al 38%.


El presidente de Asaja Huesca, José Fernando Luna, insiste en que el principal problema está en la previsión meteorológica, que habla de la subida de las temperaturas y que confirma la ausencia de lluvias. Ante ello, "las expectativas son muy malas y en algunos casos, podríamos encontrarnos con campos irrecuperables", añade Luna, que asegura estar "muy preocupado".


Aunque de forma irregular, el problema afecta al conjunto de la provincia de Huesca. Ahora bien, las mayores dificultades están en las zonas de secano de Los Monegros y el Bajo Cinca. Dentro de ellas, hay que diferenciar entre las explotaciones de siembra directa y la tradicional. Para estas últimas, la situación es aún más complicada, ya que la tierra fue movida y frente a la primera, carece de restos agrícolas capaces de aguantar la humedad, según explica Luna. En estos casos, muchos campos presentan una irregular o nula nascencia. A todo ello, hay que sumar que las altas temperaturas y la debilidad de la planta están propiciando la aparición de plagas.


En pleno corazón de Los Monegros, el agricultor Luis Maza, de Robres, lamenta la situación actual. "Necesitamos agua y frío con urgencia. De hecho, las lluvias deberían llegar como muy tarde dentro de este mes de diciembre para poder salvar las cosechas", apunta Maza. "En mi caso, vivo de la tierra, es decir, no tengo nada de ganadería, que es lo habitual en esta zona y por lo tanto, mi economía familiar depende de los rendimientos agrícolas", añade.Bajas reservas nivales por ahora

Ante esta situación, el secretario provincial de Uaga, Joaquín Solanilla, tampoco esconde su preocupación, especialmente "por la falta de nieve en las zonas pirenaicas, ya que, de mantenerse la ausencia de precipitaciones, podríamos encontrarnos con dificultades durante la campaña de riego", indica. Ahora bien, la organización agraria reconoce que las aportaciones previstas serán "mínimas y en general, muy medidas, es decir, equivalentes a una suave lluvia".


En el portal de la Confederación Hidrográfica del Ebro, el último parte de la reserva nival tiene fecha del pasado 29 de noviembre y hasta entonces, indica unos niveles muy similares al promedio de los últimos cinco años. No obstante, las diferencias podrían darse durante el actual mes de diciembre, en el que, por ahora, todavía se espera la llegada de la primera gran nevada.


En las zonas de frutales, especialmente en el Bajo Cinca, la persistente niebla impide el ascenso de las temperaturas, lo que "nos permite conservar el frío que necesita el árbol", indica el responsable comarcal de Uaga, Manuel Rausa. Ahora bien, confirma que la situación en los campos de cereal de algunas localidades es igual de preocupante que en el resto de la provincia.

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