Víctor Ibáñez ofrece un recorrido por las fiestas laurentinas a través de sus fotos

La muestra puede verse en el Matadero y está formada por un total de 40 instantáneas, muchas de ellas inéditas

Rosa Calvo Víctor Ibáñez posa junto a algunas de las instantáneas más actuales de la exposición.
Víctor Ibáñez ofrece un recorrido por las fiestas laurentinas a través de sus fotos
Rafael gobantes

Un baño de madrugada en la fuente de la plaza de Navarra, un cabezudo descansando su disfraz, el rezo íntimo de Jesulín de Ubrique antes de salir al albero oscense o un revolcón en las vaquillas. Todos estos momentos y otras muchas estampas de las fiestas laurentinas han sido recogidas por la cámara del fotógrafo Víctor Ibáñez a lo largo de más de treinta años de carrera. Ahora, una selección de 40 de esas instantáneas forman la exposición ‘San Lorenzo: una mirada inédita de la fiesta (1978-2012)’ que hasta el 8 de agosto podrá visitarse en el centro cultural del Matadero.


 «Tenía más de 30.000 negativos, de los que hice una selección de 3.000, entre las que escaneé 300 y de allí salieron las 40 imágenes elegidas. De todos, ese último descarte fue sin duda el más complicado», dice el fotógrafo para explicar el minucioso trabajo que le ha llevado preparar la exposición. 


Muchas de estas fotos habían permanecido inéditas hasta el momento, debido a las curiosas escenas que reproducen. «No son imágenes de grupo, ni situaciones típicas. Son fotos que las haces y te gustan pero sabes que lo más seguro es que no se lleguen a publicar. Lo que en ellas se muestra son detalles, que en muchos casos pueden ser desconocidos hasta para los que viven las fiestas», explica Ibáñez, curtido en recorrer cada uno de los escenarios de San Lorenzo con su cámara al cuello. «Ha habido fiestas que en toda la semana podías dormir simplemente 8 o 9 horas, porque antes había que revelar en laboratorio y todo el proceso era mucho más lento», añade.


Pero si algo emociona a Víctor Ibáñez, es recordar los momentos en los que fueron tomadas las instantáneas. «Durante el proceso de selección me he topado con fotos que ni recordaba, pero que las veía y me reía, porque me acordaba de la circunstancia en la que la había hecho y todavía me parecía más graciosa». 


La exposición se ordena de forma cronológica y va desde el 1978 hasta 2012, último año en el que Ibáñez ejerció como profesional. Él mismo señala el año 2000 como el paso de la fotografía en papel al formato digital. «Eso hizo que fuera todo más rápido y también hubiera más calidad».


La alcaldesa de Huesca, Ana Alós y Luis Lles, técnico de cultura del Ayuntamiento, fueron los encargados de presentar junto al fotógrafo la muestra. La alcaldesa recordó la presencia de Víctor Ibáñez tras su cámara en algunos de los rincones de la ciudad y como al finalizar los días de fiestas las fotos se exponían en su tienda y todos iban a buscarse entre ellas.