Durante la Semana Santa, las visitas a la ciudad que organiza la Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Huesca cuentan con unos guías de excepción. Se trata de los miembros de la Archicofradía de la Santísima Vera Cruz, quienes, dentro del itinerario habitual que realizan los turistas por el casco antiguo y el centro de la ciudad, abren las puertas de la nave en la que se encuentran los pasos, para explicar las características y curiosidades de esta festividad en la capital altoaragonesa.

“En Huesca, la Semana Santa se organiza de forma diferente a lo que suele ser habitual en otras ciudades”, explica durante una de las visitas, el día de Viernes Santo por la mañana, José Luis Gómez, portavoz de la Archicofradía, a un grupo de visitantes. “En otros lugares, hay cofradías que se reúnen para preparar programas o actividades conjuntas. En Huesca realiza esa labor la Archicofradía, que es la propietaria además de la mayoría de los pasos y se encarga además de su mantenimiento y restauración”, añade Gómez.

Explicó además, cómo en la capital oscense, a pesar de que se cuenta con 22 pasos, tan solo existen 14 cofradías. Los miembros de la Vera Cruz son los encargados, de esta forma, de que salgan a la calle aquellas tallas que no cuentan con asociados. “También hay pasos de los que se encarga, desde siempre, la misma familia o las acompaña un colectivo determinado, como es el caso de la Asociación de Amas de Casa, que a pesar de que llevan la misma túnica, no son una cofradía”, precisó Gómez.

El portavoz de la Vera Cruz hizo hincapié también en la riqueza artística de la imaginería oscense, que cuenta con 7 pasos fechados entre finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, además de las obras del escultor Felipe Coscolla, las cuatro únicas creaciones de este tipo firmadas por el autor que se conservan en España y que datan de los años veinte del siglo pasado. “Tenemos también seis pasos del escultor barcelonés Tomás Marqués, todos ellos de principios de siglo, de entre 1902 y 1907. Los entendidos las califican como figuras con expresiones blandas, que no reflejan un excesivo sufrimiento, pero lo cierto es que son de gran belleza”, aseguró el cofrade.

Gómez llamó la atención, además, sobre los pasos de La Cama y La Última Cena, ambos fechados en 1835 y el Cristo Yacente, la obra más moderna, que data de los años sesenta y se adquirió en Madrid. Y en especial, sobre el Cristo del Perdón, en su opinión, una de las principales joyas del patrimonio religioso oscense. Obra del dominico Pedro Nolivos, data de 1695 y resulta especialmente conmovedor, como remarcó Gómez, por la expresión de su rostro, en el momento anterior a la expiración.

“Estamos descubriendo una Semana Santa diferente”

“Nos ha gustado ver los pasos y nos ha llamado la atención que no están muy decorados, acostumbrados a los que ves en otros sitios”, comentó Ramón Calaf, de Barcelona, uno de los turistas que asistió a la visita. José María Sierra y Sandra del Campo han viajado, por otra parte, desde Valladolid. “Me gustó mucho la procesión del Encuentro de ayer por la noche”, comentó el primero. “Fue muy emocionante”, agregó su compañera. Además de la ciudad, se encuentran visitando también diferentes puntos de la provincia. “Nos ha gustado mucho el Pirineo y los pueblos de montaña”. “Especialmente, Aínsa”, comentó José María. “Es la primera vez que visitamos Huesca y nos está gustando mucho. La ciudad es muy bonita y estamos disfrutando de una Semana Santa diferente a la nuestra”, manifestó, por otra parte, Manuel Domingo, de Barcelona, otro de los participantes de la visita guiada.