san lorenzo 2011

El motocross torero resucita la becerrada de las peñas

El espctáculo taurino en el estreno festivo resultó un éxito de público.

Javier Rico cuajó una extraordinaria actuación en la becerrada de las peñas.
El motocross torero resucita la becerrada de las peñas
RAFAEL GOBANTES

La plaza de toros de Huesca registró una de las mejores entradas de los últimos años en la becerrada de las peñas, para acoger un espectáculo digno de las mejores fiestas que puedan recordarse. Tras el recital de toreo sin muerte, los recortadores, a pie y en moto, entusiasmaron al respetable del recinto oscense.

Todo parecía seguir la tónica de los últimos años, si bien con un nivel de novilleros mucho mejor de lo habitual, gracias a la intermediación de la Escuela Taurina Oscense, que permitió a los asistentes disfrutar de un par de faenas entretenidas, valientes y emocionantes para los espectadores, quienes llenaron hasta dos tercios el aforo del coso oscense.

Tras las exhibiciones de las peñas, y cuando habitualmente el público se prepara para la primera de las salidas de los toros, con más o menos expectación, aconteció el espectáculo de recortadores, y para sorpresa de los presentes, la sesión taurina del primer día de las fiestas no hizo sino ganar en enteros y monopolizar la atención de los aficionados que se dieron cita en las gradas del albero. El recital comenzó con cuatro parejas de recortadores navarros, zaragozanos y oscenses, que demostraron las buenas artes y la habilidad para esquivar a los astados con las correspondientes ovaciones del respetable. En un día tradicionalmente carente de actuaciones taurinas destacables, los mozos dieron todo lo que tenían dentro para demostrar al público laurentino que su presencia en la plaza no era meramente testimonial, ni mucho menos.

 

Sobre ruedas

A pesar del éxito de los recortadores y de los peñistas ejerciendo de toreros, el éxtasis, el punto culminante de las celebraciones taurinas, estaba por llegar, y la exhibición de motocross acabó por levantar de los asientos a los pocos espectadores que no lo habían hecho antes.

Saltos, piruetas y demás acrobacias entusiasmaron a un público oscense que se vio gratamente sorprendido por un espectáculo en el que se combinaron a la perfección los tradicionales detalles de la becerrada peñista con otros más modernos, atractivos y necesarios para su renovación.