La Conferencia Internacional 'Lastanosa: arte y ciencia en el Barroco', que tuvo lugar en Huesca justo hace cuatro años, sigue dando frutos. Ahora en forma de libro. 'El inquiridor de maravillas: prodigios, curiosidades y secretos de la naturaleza en la España de Vincencio Juan de Lastanosa', es el título del volumen que saca a la calle el Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) y que recoge las actas de aquel congreso, que contribuyó a situar al coleccionista y mecenas oscense del siglo XVII en el primer plano internacional, dónde era prácticamente un desconocido.

El libro, que ha sido coordinado por Mar Rey Bueno y Miguel López Pérez, ambos estudiosos de la figura de Lastanosa y el barroco, se presentó ayer en la sede del IEA desde donde irá también a las bibliotecas de las principales universidades de EE.UU y Europa y a las revistas especializadas en Historia de la Ciencia y del Arte para su divulgación y situar así a Lastanosa en el lugar que le corresponde, un primera línea en la historia de la ciencia y el arte del sigo XVII, como destacaron los autores. Explicaron que Lastanosa es una figura poco conocida internacionalmente pero con más entidad por si sola que personajes de otros países que han tenido más renombre. «La historia de la ciencia se sigue haciendo fuera de España» y aquí no valoramos la nuestra, pero «si Lastanosa fuera inglés o francés estaríamos hartos de oír hablar de él», dijo Mar Rey.

Fernando Alvira, director del IEA, recordó el interés de esta institución por estudiar a los humanistas altoaragoneses, entre los que se encuentra Vincencio Juan de Lastanosa, «un apasionado coleccionista y mecenas que estuvo interesado en los mas diversos campos del saber: la historia, la literatura, la ciencia... y reunió en Huesca un amplio círculo de artistas y escritores convirtiendo su casa en un gran museo en el que atesoraba antigüedades, instrumentos científicos, monedas, armas, mapas, fósiles, prodigios de la naturaleza...» Alvira, que repasó la figura del ilustre oscense, comentó que fruto del trabajo realizado se logró que las administraciones restauraran la capilla y cripta de los Lastanosa en la catedral de Huesca, y se editaron varios libros, revistas especializadas un cuento divulgativo para niños y un catálogo de la exposición conmemorativa.