Miles de personas volvieron a dar vida ayer a la 'Festa del Tossino' de Albelda, que organiza desde hace más de dos décadas la Penya Lo Magré con el objetivo de difundir las viejas costumbres del mundo rural aragonés. Considerada fiesta de interés turístico por el Gobierno de Aragón, congrega cada año a cientos de visitantes llegados de lugares tan dispares como la localidad bearnesa de Arzacq, en Francia, o las ciudades de Barcelona, Zaragoza, Lérida y de todas las comarcas que rodean la Litera.

Este año, entre los invitados se contó José María Lorente, miembro del Comité Olímpico y presidente de honor de la Asociación Española de la Prensa Deportiva, y con una representación de los socios franceses del proyecto Patrim, que acudieron a disfrutar de esta fiesta popular en torno a la matanza del cerdo.

Familias enteras y muchos jubilados, así como jóvenes y moteros, formaron el grueso de los visitantes que ayer se desplazaron a Albelda para ser espectadores de excepción del mondongo, comenzando por el despiece del cochino y siguiendo por la elaboración de longanizas, chorizos, tortetas y demás productos preparado a partir de la carne de este animal.

Los visitantes tuvieron la oportunidad de conocer la amplia variedad de productos artesanos de la zona y de comarcas cercanas a través de Feria de Artesanía, así como de visitar la almazara de la Cooperativa San Isidro y degustar la carne adobada y asada. Los que se quedaron al mediodía fueron invitados a caldereta, postre y café, para finalizar con una sesión de baile.

El presidente de 'Lo Magré', Pedro Gracia, recordó que su lucha sigue siendo poder recuperar la matanza en público, que les fue vedada por la legislación actual, «la gente que le afecte este acto, que no vaya», señaló, porque cree que es una parte esencial de la fiesta. La alcaldesa de Albelda, María Ángeles Roca, por su parte, considera que la fiesta está consolidada y que cada año capta nuevos visitantes que se une a los que ya la conocen.