CHECHU DORADO

"Será raro entrar al Alcoraz e irme al otro vestuario"

El central cordobés vive un momento dulce en su carrera, titular fijo en el equipo que lidera la categoría. Dorado está convencido de que el Huesca no pasará apuros este año.

Dorado, junto al zaragocista Marco Pérez, en el duelo de Copa del Betis en La Romareda.
"Será raro entrar al Alcoraz e irme al otro vestuario"
OLIVER DUCH

Un partido que le va a tocar la fibra sensible.

Después de 120 partidos en las tres últimas temporadas, será un día muy especial para mí. Me sentiré extraño cuando entre por la puerta del Alcoraz y me vaya al vestuario de la izquierda y no al de la derecha. Son gajes del oficio. Yo quiero que el Huesca gane todos los partidos menos los dos en los que se va a enfrentar al Betis.


Menudo arranque del Betis. Que estuviera arriba era previsible, pero con tanta suficiencia...

El equipo estaba pensado para luchar por el ascenso. Quizá no esperábamos esta holgura. Tenemos la moral del primer día.


En el aspecto individual tampoco se puede quejar. En cuatro días se ha hecho respetar y es un fijo en los planteamientos de Mel.

He tenido la suerte de que el míster confió en mí desde el primer día. También ayuda a que todos salgamos reforzados el buen papel que está haciendo el equipo. Las lesiones me han respetado y eso es importante. Espero que todo siga igual en adelante.


¿Tuvo miedo de no estar a la altura? Al fin y al cabo, Dorado no tenía nombre a priori para ser uno de los refuerzos del Betis, con el peso en el fútbol español que tiene este equipo.

Tenía ganas de afrontar un reto de este tipo, de estar en un equipo con aspiraciones de ascenso y con la historia que tiene detrás. Pero al final se trata de jugar al fútbol. Está claro que la repercusión no es la misma en un sitio que en otro, pero bendita la presión si es por jugar al fútbol. Y sí que es verdad que mucha gente pensaría que quién era Dorado para recalar en el Betis. Algunos aficionados me lo han confesado, así como que se han llevado una grata sorpresa con mi rendimiento.


El Betis es mucho Betis.

Hace dos días fueron 300 personas a ver el entrenamiento, con muchos niños. Eso son cosas que te hacen ver en qué club estás. A cada partido vienen unas 30.000 personas, fuera de casa también se desplazan aficionados?


Volviendo a lo personal, hace un mes salió en la prensa nacional el interés del Getafe por Dorado. Al margen de lo que haya de cierto, es una gozada leer algo así.

Cuando el río suena es que igual lleva agua, pero yo estoy muy a gusto aquí. Mi mente va paso a paso y no se plantea salir de Sevilla, aunque nunca se sabe lo que puede suceder en el fútbol.


Comparte vestuario con Rubén Castro, conocido también por la parroquia del Alcoraz. El canario está que se sale del mapa.

Ya tuve la suerte de coincidir con él en Huesca. Aquí está demostrando también lo gran jugador que es. Está a un nivel altísimo. Lo extraño es que no juegue en Primera, porque muchos equipos de esta categoría ya quisieran tener un delantero como él. Rubén está a gusto aquí, tiene tres años más y su ilusión es jugar en Primera con el Betis la próxima temporada. Aquí se siente feliz porque hace menos frío que en Huesca y el clima le recuerda al de las islas.


¿Y cómo ve al Huesca?

Tiene menos puntos de los que se ha merecido por lo que he podido ver, leer y hablar con compañeros. Estoy convencido de que no van a pasar apuros. Ya está asomando la cabeza. Lo único que le falta es que Roberto, que es uno de los mejores delanteros de la categoría, vuelva a marcar goles. Por lo que sea no está teniendo la fortuna de la primera temporada. Si el Huesca llevase cinco o seis goles más también llevaría cinco o seis puntos más.


¿Cómo recuerda su salida del club azulgrana? Parecía que iba a renovar y de repente se marchó en dos días.

Faltaban unos pequeños flecos y surgió la oferta del Betis. El capítulo económico pasó entonces a un segundo plano. Primaba el deportivo, el cambio de objetivo. Hay quien le pudo molestar o no, pero creo que cualquiera en mi lugar habría hecho lo mismo. Otra cosa es que hubiese tenido un papel firmado, pero como todavía no se había llegado a un acuerdo...


Se dice que influyó bastante Jesús Paredes, ex preparador físico del Huesca que hoy trabaja en el Betis, y el informe que pudiera dar a Pepe Mel sobre usted.

A mí también me dijeron eso. De todas maneras quien me llamó fue un señor de la secretaría técnica del Betis. En cuatro días se solucionó todo.