agricultura

Bloqueada la modernización de 750 hectáreas de regadío por falta de créditos

La comunidad de regantes de Huerto lleva meses esperando para poder licitar la obra, con un coste de 10 millones de euros, porque no consigue completar la financiación.

El grifo del crédito bancario no solo se ha cerrado para las familias y las empresas. Los problemas de financiación tienen en vilo a cientos de agricultores de Huerto, que después de haber realizado la concentración parcelaria ven con impotencia como no pueden seguir adelante con la inversión para modernizar sus fincas instando nuevos sistemas de regadío.

El proyecto de la comunidad de Huerto cuenta con todos los parabienes, o casi todos. La asamblea aprobó en abril el proyecto definitivo y las administraciones dieron luz verde a las ayudas públicas. Pero la parte que deben aportar los agricultores, un 35% del coste de las redes generales, necesita un crédito bancario a amortizar en 25 años, requisito imprescindible para poder sacar a licitación la obra.

Los regantes confiaban en el acuerdo suscrito por el Gobierno de Aragón y la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón con las tres cajas de ahorro aragonesas más importantes (Multicaja, Ibercaja y CAI). Pero, según explica José Manuel Penella, presidente de la comunidad de regantes de Huerto y secretario regional de UAGA, una de ellas solo ofrece un crédito parcial.

El préstamo necesario se eleva a 4 millones de euros, a repartir de forma proporcional, pero una de las entidades solo financia 500.000 euros. "Nos quedan 800.000 euros colgados y no tenemos el aval para sacar a concurso la obra", lamenta Penella.

El coste total del proyecto suma 10 millones de euros, y permitiría modernizar 750 hectáreas de unos 200 agricultores. Las ayudas públicas proceden de la sociedad estatal Seiasa, que adelanta el 50% del coste, a devolver en 50 años; y del Gobierno de Aragón, con un 15% a fondo perdido. Queda por tanto un 35% a cargo de los bolsillos de los agricultores.

Penella cree que otras comunidades también pueden tener problemas, aunque la suya, con el proyecto más avanzado, es la que más lo sufre. El proyecto comenzó a gestarse en 2001 y "ya teníamos que estar en obra".

El bloqueo del crédito les supone un grave perjuicio, ya que previamente a la modernización se ha realizado la concentración parcelaria. "Era regadío tradicional, de riego a pie, y ahora no tiene vuelta atrás, con lo cual esas tierras pasarían a secano si no hacemos la obra", explica Penella. De momento se ha sembrado con las parcelas antiguas para no perder una cosecha "pero al final habrá que acabar ejecutando la concentración, es una ley y hay que hacerlo".

El problema es conocido por Seiasa, la consejería de Agricultura y la Dirección General del Agua del Ministerio de Medio Ambiente. Además, se está negociando con otras entidades financieras que no estaban en el convenio, "pero es muy complicado, nos vemos con las manos atadas". Penella no entiende por qué no les dan el crédito cuando lo avala una comunidad de regantes al completo, que es una corporación de derecho público, con 5.000 hectáreas detrás. "No vemos el riesgo, porque aunque se pague por 750 hectáreas, el acuerdo está tomado por los 400 regantes de 5.000 hectáreas que tiene la comunidad. Aún a mala seríamos responsables todos", afirma.