MIKEL RICO

"El Huesca no ha hecho fuerza para que me vaya"

Ni Porta ni Romero, el traspaso más caro con diferencia en la historia del Huesca toma rumbo a Granada "dejando grandes amigos en el vestuario".

Rico desciende la escalinata exterior del estadio después de recoger todas sus pertenencias.
"El Huesca no ha hecho fuerza para que me vaya"
JAVIER BLASCO

Mikel Rico se marcha al Granada, que le ofrece un contrato de tres temporadas. El conjunto andaluz pagará cerca de 600.000 euros de traspaso, cifra récord en la historia del Huesca y la bomba del verano en Segunda División. No hay precedentes similares en la hemeroteca, aunque sí constituyó un hito en el año 1970 la venta de Enrique Porta precisamente al Granada por 350.000 pesetas o la del guardameta madrileño Romero a la Unión Deportiva Las Palmas, a cambio de 300.000 pesetas en el año 67. Todo lo demás es pecata minuta en comparación con la súbita 'operación Rico', que deja en las arcas azulgranas la décima parte del presupuesto anual.


Rico se despidió ayer de sus compañeros, del cuerpo técnico, de la directiva, del personal del club y quiso hacerlo también de los aficionados. Puso mucho sentimiento a sus palabras. Se diría que es un adiós obligado por una oferta absolutamente irrechazable, pero también una marcha que duele porque abandona el barco una persona muy apreciada.


¿Cómo le ha pillado todo esto?

Para mí también ha sido una sorpresa. Yo estaba tan tranquilo aquí y el jueves por la noche recibí una llamada. Entonces se empezó a mover todo pero sobre todo entre el domingo y el lunes, porque quería estar centrado en el partido del sábado. Al final se ha llegado a un acuerdo bueno para todas las partes. Creo que cualquier opción era buena para el Huesca, bien quedarme o bien salir.


¿Le ha costado mucho decidirse?

Sí, porque estoy muy a gusto aquí, me gusta la ciudad, llevo muchos años con los compañeros, el vestuario es increíble y sé que no voy a encontrar nada igual en ningún lado? también dejo amigos importantes, sobre todo uno -Víctor Pérez- al que voy a echar mucho de menos. Pero el fútbol tiene estas cosas, si no me voy ahora será el año que viene o al siguiente o serán otros los que se vayan. Me ha costado dar el paso. Ayer -por el lunes- lo pasé bastante mal.


Explíquele al aficionado que tenía que marcharse por fuerza.

Yo terminaba contrato aquí. Tenía la posibilidad real de renovar pero llegó esta oferta que supone un buen dinero para el Huesca. No obstante, el club ha dejado la decisión más en mi mano que en la suya. En ningún momento me han forzado a que aceptara porque quisieran coger el dinero. Me dijeron que si quería negociar con el Granada que lo hiciera. Para mí es una buena oportunidad. Al aficionado solo puedo agradecerle el apoyo que me han dado en los dos años que he estado aquí. He podido disfrutar del fútbol, del ascenso y de la salvación.


¿Y con qué se queda?

Hay muchos momentos, por supuesto el ascenso es algo muy especial, pero también salvarnos el año pasado. En el partido del Cádiz a final de temporada hubo un ambiente que es muy complicado que se viva en otro campo.


¿Habrá tercera etapa en Huesca?

Nunca se sabe. Las puertas nunca se cierran del todo. Con el club he quedado muy bien. No estaría mal, la verdad.


Rico pasará a la historia del Huesca, un club con un historial amplio pero modesto, como el jugador que ha dejado el traspaso más sonado.

Ahora mismo no soy consciente de eso. Sólo sé que ha habido un club que ha querido pagar un traspaso, que ha pujado fuerte porque vaya allí y al que quiero devolver la confianza que ha depositado en mí. Me siento agradecido al Huesca por todo. Pero del traspaso quizá no sea consciente hasta dentro de unos años.


¿Qué ha dicho a los compañeros?

Les he dado las gracias a todos porque ha sido maravilloso entrenar con ellos y con los técnicos y les he dicho que nos veremos.


Cuando juegue contra el Huesca, mejor que lo haga de lateral para hacer menos daño.

Igual no estoy ni dentro del campo, eso nunca se sabe. Intentaré disfrutar del partido y de volver a jugar en El Alcoraz.


Resulta complicado no tener mariposas en el estómago en un momento como éste.

Son sentimientos enfrentados. Por una parte estoy contento pero por otra dolido y triste porque me tengo que ir y dejo muchos amigos en el vestuario.