SD HUESCA

"Este es un año importante"

El sevillano Marco Navas se mostró en su presentación "orgulloso" de fichar por el club azulgrana. Considera el atacante que pronto se pondrá a la altura física de sus compañeros.

Marco Navas coge la camiseta del Huesca en compañía del vicepresidente de la entidad azulgrana, Agustín Lasaosa.
"Este es un año importante"
áNGEL SAHúN

Si, como mantienen algunos, el fútbol es la nueva religión (laica) del pueblo, sus protagonistas no se olvidan de sus devociones. La presentación de Marco Navas contó con varias alusiones teológicas. El vicepresidente, Agustín Lasaosa, habló de San Lorenzo, y el futbolista de Los Palacios, Sevilla, dio las gracias a Dios por su llegada a la Sociedad Deportiva Huesca. De momento, este todoterreno de las posiciones ofensivas, que firma por un año, debe cumplir la penitencia de ponerse al mismo ritmo físico que sus compañeros, encomendarse a Onésimo y rogar por que su bien sea el de todo el club oscense.


Navas completó en la mañana de ayer su primer entrenamiento en azulgrana, aunque realizó ejercicios de la mano de Lalo Vicente y Darío Martínez al margen del grupo: carrera continua, sobre todo. Participó en el calentamiento previo y en estas primeras horas de Benasque cuenta con la mano amiga de dos jugadores con los que ha coincidido en diferentes etapas: Paco Gallardo y Jesús Cabrero. Tras el regreso al Hotel Aneto y la obligatoria ducha, atendió a los medios acompañado por Lasaosa. Todavía sin dorsal, esgrimió la primera equipación tímido al comienzo y más sonriente después. Esos rasgos del carácter pueden recordar a su hermano Jesús, campeón del mundo con La Roja, estrella del Sevilla y tres años menor -Marco tiene 27-.


El mandatario le introdujo reseñando que "esto puede pasar a la historia. No es muy frecuente presentar a un futbolista en la mañana de San Lorenzo. Agradecemos a nuestro patrón todo lo que nos está ayudando. Pedir salud para todo el mundo y que nos deje de la mano. Es el día más importante del año para los que nos sentimos oscenses". Una manera de que el futbolista se imbuya de sentimiento altoaragonés, rodeado ayer de pañoletas verdes y albahaca a pesar de que su espíritu se acerque al sur. Más adentro de los cánones, Navas se refirió a que "las negociaciones fueron bastante rápidas y a partir de allí solo tengo agradecimientos al club y a los que confían en mí. Espero devolverles esa confianza con humildad ayudando a que el Huesca sea más grande cada año. Me siento orgulloso de estar aquí".


Se confesaba, acto seguido, "creyente. Creo que las cosas no suceden por casualidad y gracias a Dios estoy aquí y es una temporada bastante importante". Salvo sorpresas de última hora, el andaluz cierra el ataque junto a Roberto, Galán y Vega, aunque es más llegador y pasador que ariete. Y es capaz de ocupar todos los flancos. "Puedo jugar por ambas bandas y detrás del punta. Desde que salí del Sevilla no tengo una posición fija, aunque quizá sea en la derecha donde más he jugado". Marco espera "tocar balón" lo antes posible y tendrá en los próximos amistosos varias oportunidades. Sabe que llega "a un club humilde en el que se consiguen las cosas con trabajo. Los compañeros me han acogido perfectamente". Se enfrentó al Huesca hace dos campañas, en las filas del Albacete, aunque el último curso se movió por el purgatorio de la Segunda B, en un Guadalajara en el que marcaba diferencias y sumó varios tantos.


Acompañó a su hermano hasta Madrid, donde se iba a concentrar con la selección española para el amistoso en México, y se desearon "suerte". "Te podría haber acompañado para quedarse", bromeó Lasaosa. Y se mostraba Marco "orgulloso de lo que ha conseguido". Ahora, se incorpora a la estirpe de jugadores del Huesca con hermanos que han tocado los techos más altos de la elite. Es lo que sucede con Luis Helguera y su hermano Iván, Sastre con Rafael, un mito viviente del Sporting de Gijón, y Juanjo Camacho con Ignacio, que el año pasado ganó la Europa League con el Atlético de Madrid.


Por una "mala decisión" se quedó sin equipo al final del verano pasado, hasta que acudió en su rescate el club alcarreño, pero conoce bien la Segunda División tras pasar por Poli Ejido, Xerez o Albacete. "Pronto -terminó-, en cuanto el preparador físico lo crea conveniente, estaré con el equipo". Amén.