TOROS

Uno de los mejores carteles

Toros del Ebro ha reunido a un buen elenco, al margen de las polémicas.Buen momento del Juli y Manzanares, y atentos a Ponce.

Aficionados taurinos comprando localidades para la Feria del Toro en la plaza de Huesca.
Uno de los mejores carteles
JAVIER BLASCO

Posiblemente sea esta la feria mejor planteada de los últimos años aunque, para gustos, colores. No digo con esto que las de las últimas temporadas no tuviesen la categoría que Huesca merece, no. Las ferias pasadas se construyeron en base al gusto y criterio de un empresario -Manuel Ángel Millares- que nada tenía que ver con nuestra idiosincrasia aragonesa. Millares es un buen profesional. Serio, honesto, calculador. De mente fría y responsable, pero incapaz de rodearse de gente afín a nuestros gustos y costumbres. Fue ave de paso. Digno perdedor de un concurso envuelto en polémica y demasiado politizado, pero concurso al fin casi convertido en subasta.

Ganó Toros del Ebro por la mínima, cuando estaba a punto de sonar el tercer aviso para la Mesa de Contratación que estaba haciendo, por entonces, una gestión transparente y rígida. Injusta para las familias Ojeda-Luna que vieron el fuera de juego antes de empezar el segundo tiempo. La Justicia dirá la última palabra, aunque la mejor fotografía es la que no se hace y el mejor artículo el que está en la mente. Toros del Ebro llega a Huesca con la tranquilidad que da la Casa Matilla. La empresa que pasará a la historia por ser la última que gestionó la Monumental barcelonesa. La misma que ha buscado el respaldo aragonés formando sociedad con el torero maño, Raúl Zorita, que para eso es buen conocedor de esta plaza ya que en ella tomó su alternativa.

Me gusta el planteamiento de esta feria aunque no soy partidario de introducir una corrida concurso en un serial tan corto como es este. Me gusta sobre todo porque voy a ver al torero que en la actualidad está tirando del carro, Julián López 'el Juli'. Un Juli al que se le critica por carecer de 'duende' y mantener un falso pulso con las presidencias. El Juli está en plena madurez. En sazón. Seguro, firme, capaz. Imparable. Con él un joven alicantino que sigue la estela de su padre. Un Manzanares que ha superado una enfermedad 'rara' y que se ha repuesto de una operación de espalda en un santiamén. Un Manzanares que tiene como talismán Huesca -donde nunca ha defraudado- y donde está por méritos propios. Con expectación se espera a Raúl Gracia 'el Tato', que hará su tercer paseíllo en la temporada de su esperada reaparición. Un Tato que merece más y mejor trato por parte de las empresas. Un torero más que recuperable en un escalafón donde el toreo se viste de mediocridad. A partir de aquí, la feria se reordena con los toreros que están en todas las ferias de España. Un Ponce que está sacando la mano por la ventanilla despidiéndose de los públicos. El torero no está a gusto, atorado y con ganas de un más que merecido descanso. Perera, ese torero que parecía el 'mesías' y que está tardando mucho en recuperar el sitio perdido a base de cornadas. Con Cayetano y su hermano, el rebautizado Paquirri, llegará el glamour y el destoreo, ese que encandila a los públicos y que poco o nada llena a los aficionados. Con ellos, el líder indiscutible del escalafón, el Fandi. Un torero todo corazón que se entrega tarde tras tarde sin importarle la condición ni el volumen del toro. Un Fandi corretón, banderillero, con unas facultades físicas increíbles y que baja notablemente con la muleta, pero lo suple todo con su espectacularidad en el segundo tercio.

La corrida concurso

No critico la inclusión de la corrida concurso, pero, sí digo, que no la veo en una feria como es esta de Huesca. No la veo porque sus condicionantes no van a ser entendidos por la mayoría del público. El que un toro tenga que ir cuantas más veces mejor al caballo, no sé yo si va a gustar, sobre todo al sol. Lo que sí tiene mérito y es de agradecer a la empresa, es la esmerada selección con la que ha elegido el ganado para esa tarde. Sé que para los aficionados va a ser una gran tarde y una oportunidad única de ver todo tipo de encastes que, por desgracia, casi están en la reserva. Con ellos, no podía faltar, el oscense de adopción -y de segundo nacimiento-,Juan José Padilla que junto a Ferrera y Bolívar se las verán con un Pabloromero, un Veragua, un condeso, un Albaserrada, un Jandilla y un Santacoloma. Ahí es nada.

Cerrará este corto ciclo, como es habitual, la corrida de rejones. Llenazo para ver al clásico Bohórquez, al jinete Cartagena y al revolucionario de este bello arte, Diego Ventura que, seguro, arrasará.Y sin entrar en polémicas, me hubiese gustado que Diego Luna hubiese trenzado ese paseíllo en su feria. No era despreciable anunciarse junto al Juli y Manzanares. La oportunidad de volver a triunfar y sentir el calor de un público incondicional, bien valía un esfuerzo, aunque también comprendo que los esfuerzos nunca se hacen gratis. En el término medio está el equilibrio. Esperemos que el público vaya a divertirse y el aficionado a emocionarse. Que la presidencia tenga criterio y que la enfermería siga cerrada por vacaciones. Suerte para todos y que las peñas salten a la fama y Huesca encuentre un torero. Los hay.