Los trabajadores de Luna Equipos Industriales, con sendas fábricas en Huesca y Almudévar, se preparan para afrontar un mes de agosto pleno de incertidumbres y espera después de que la empresa presentara a finales de julio en el Juzgado de lo Mercantil el concurso voluntario de acreedores y, sin que el juez se pronunciara sobre ello, el ERE para rescindir los contratos de los 200 empleados.

Dado que agosto es un mes inhábil en los tribunales, los sindicatos han convocado el próximo día 19 una concentración para, además de expresar su protesta, exigir celeridad en la resolución del conflicto laboral. Así se acordó ayer en la asamblea informativa que tuvo lugar a primera hora de la mañana en los talleres de la fábrica de Huesca y a la que asistieron unos 150 trabajadores.

En esta reunión, el comité de empresa y representantes sindicales de UGT y CC. OO., explicaron la situación en la que se encuentra la empresa. Luna presentó un concurso voluntario de acreedores reconociendo una deuda de 6 millones de euros, principalmente con la Seguridad Social y Hacienda, que está pendiente de que el juez lo acepte a trámite. También se informó de que mientras no esté admitido el concurso de acreedores el juzgado no admitirá a trámite el ERE.

Cristóbal Burgos, de la Federación del Metal de CC. OO. precisó que "cuando se declare el concurso, a expensas de lo que decida el juez, se nombrarán los interventores judiciales y se podrá hacer algo ". Después de presentar el concurso, el juzgado mandó una providencia a la empresa porque faltaba documentación, que Luna la entregó el día 30. Según el portavoz sindical, dadas las fechas, es probable que no haya una resolución sobre este concurso hasta principios de septiembre.

Siguiendo el calendario establecido en años anteriores, casi la totalidad de los empleados están en periodo de 'vacaciones' durante el mes de agosto". Pero desde el 19 de julio, tras la firma de un documento por parte de los sindicatos y la dirección de Luna, los trabajadores están exonerados de acudir a su puesto de trabajo por la falta de actividad. La ausencia de pedidos para fabricar grúas y carretillas de gran tonelajes es, según la empresa, la causa de la crisis que ha abocado al cierre de las dos instalaciones fabriles.

En la asamblea de ayer, a la que no acudió ningún representante de la dirección, la inquietud era patente entre los trabajadores. Para algunos, los problemas económicos han comenzado. "Hay gente que ha agotado el paro y a quien se le debe el mes de abril y parte de la extra", comentó Burgos. "Y la situación es complicada", añadió. El comité de empresa facilitará a quien lo solicite un teléfono de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Huesca "por si alguien se ve muy apurado", apuntó Vicente Ferrer, presidente del comité. Ya hay quien ha pedido ese número telefónico.

Inquietud

El seguimiento de las familias con problemas fue uno de los compromisos adquiridos esta misma semana por el alcalde oscense, el socialista Luis Felipe, en nombre de toda la corporación. El lunes, representantes de los comités de empresa de Huesca y Almudévar se reunieron con los portavoces de los grupos políticos municipales, a quienes solicitaron que mediaran ante Luna para poder cobrar lo que se les adeuda.

Cristóbal Burgos reconoció que las expectativas de recibir ese dinero son escasas. "Entendemos que la empresa se ha quitado a los trabajadores de encima diciendo que no hay trabajo y que se vayan a casa con permiso retribuido, pero no tiene intención de pagar porque tiene deudas salariales sin abonar", afirmó. El portavoz de CC. OO. comentó que la inquietud que existe es "lógica porque la gente ve que está con vacaciones y no sabe cuándo va a cobrar". "Hasta ahora estaban con regulación de empleo y el día 10 les pagaban el paro, pero ahora, ni una cosa ni otra", dijo. Las vacaciones que no se cobren se reclamarán al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), que cubre hasta 150 días de exoneración.

Por su parte, el secretario general de UGT Aragón, Julián Lóriz , afirmó ayer que durante "muchos años", la empresa Luna ha sido el "lechado de la ineficiencia en la gestión empresarial y no ha aprovechado los últimos 15 años para regenerar la actividad productiva". "Ahora, ha dado fiesta a los trabajadores para no tener que verles la cara", apostilló.