DESDE SIÉTAMO HASTA ABIEGO

La autovía Huesca-Lérida sumará este mes otros 17 kilómetros entre Siétamo y Ponzano

En medio quedará un tramo de 4,5 kilómetros sin acabar debido a la aparición de una sima durante las obras.

Todo esta listo para abrir la autovía. Al fondo, a la izquierda, la recta de Velillas, en la N-240.
La autovía Huesca-Lérida sumará este mes otros 17 kilómetros entre Siétamo y Ponzano
RAFAEL GOBANTES

El ministro de Fomento, José Blanco, inaugurará a finales de este mes unos 17 kilómetros más de la autovía Huesca-Lérida (A-22), por lo que se podrá circular por vía rápida desde Siétamo hasta el desvío de Abiego. Faltará un tramo de unos 4,5 kilómetros para el que habrá que volver a la N-240 y atravesar Lascellas hasta enlazar con los 33,4 kilómetros ya en servicio desde Ponzano hasta pasado Monzón. Con esta inauguración, quedará abierto a la circulación el 55% del trazado, un total de 59,8 kilómetros de los 107,5 que separan la capital oscense de Lérida.


Esos 4,5 kilómetros a la altura de Lascellas no se pueden inaugurar por el retraso que provocó en las obras la aparición de una sima en el terreno, que ha obligado a modificar el proyecto. Pero la puesta en servicio de 5,2 kilómetros entre Siétamo y Velillas así como de los casi doce kilómetros de parte del tramo desde allí hasta Ponzano supondrá eliminar la peligrosa recta de Velillas, principalmente por ser un punto de adelantamiento, así como las curvas de entrada y la travesía de Angüés, donde la velocidad está limitada a 50 kilómetros hora y no siempre se respeta.


Será la segunda vez en lo que llevamos de año que el ministro de Fomento, José Blanco, visite la provincia para poner en servicio un tramo de la A-22. Esta autovía de 107,5 kilómetros entre Lérida y Huesca es la que está en un estado más avanzado de ejecución de las que se construyen en la provincia de Huesca, a pesar de que para el tramo entre Siétamo y Huesca solamente se ha redactado el proyecto. Por ello, recientemente el Ayuntamiento de Huesca acordó solicitar a Fomento que se incluya en el Plan Extraordinario de Infraestructuras (PEI). A medida que la autovía se acerca al Pirineo, a través de la A-23 (Huesca-Jaca) y A-21 (Jaca-Pamplona), el grado de ejecución es menor.


Sin fecha concreta

Sin embargo, la fecha de la visita de Blanco todavía no se ha fijado. "Fomento no quiere dar las fechas hasta una semana antes, por si las condiciones meteorológicas impidieran acabar a tiempo", explica el presidente de la comisión de Fomento en el Senado, el socialista José María Becana. En este mismo sentido se pronunciaron fuentes de Fomento, que la fecha de inauguración no se ha marcado, puesto que la celeridad en este proceso final depende principalmente de que el tiempo atmosférico permita concluir los trabajos.


"Me consta que el Ministerio de Fomento trabaja de forma seria y responsable para que se abra la carretera cuanto antes. Especialmente porque estamos en vacaciones y cuanto antes se pueda poner en servicio, en unos días de muchos desplazamientos, mejor", apunta Becana. De hecho, asegura que los dos tramos están a falta de detalles puesto que ya se pueden ver las biondas y la señalización.


Las empresas constructoras se emplean a fondo estos días para terminar los últimos detalles. Principalmente, se trabaja para acabar de echar las diversas capas de rodadura y poder poner en servicio los 17 kilómetros. En el tramo entre Siétamo y Velillas, de 5,2 kilómetros, así se está realizando.


Esta calzada, con una inversión de 19,36 millones de euros que ejecuta la empresa Azvi S. A., arranca al suroeste de Siétamo, a tan solo 770 metros de la calzada actual. Nada más comenzar, se sitúa el enlace de Siétamo, con una glorieta ovalada sobre la que cruza el tronco de la autovía. Este enlace facilita la conexión con la carretera A-1219 y el acceso a Monflorite. Después, la calzada se aleja de la actual nacional y alcanza la máxima separación en 2,5 kilómetros, una vez pasado el río Guatizalema a través de un viaducto. Termina en el enlace de Velillas donde arranca el siguiente tramo hasta Ponzano, que se abrirá de forma parcial.


En este caso, el trazado afecta a los municipios de Angüés, Blecua-Torres y Lascellas-Ponzano. Las obras ya están muy avanzadas. Además de acabar de echar todas las capas de asfalto también se está colocando la señalización vertical, según la información de la que dispone el alcalde de Angüés, Antonio Moreno.


Es la Unión Temporal de Empresas formada por Obrascón-Huarte-Lain S. A. y Construcciones Mariano López Navarro S. A. quien ejecuta estas obras, que se adjudicaron inicialmente por 36, 8 millones de euros, pero que posteriormente se incrementó la dotación hasta 44,26 millones por las dificultades que se han encontrado en el terreno. El tramo arranca en Velillas, a unos 175 metros de la nacional a la altura de la conexión con las carreteras de Liesa y la A-1222 a Torres de Montes.


El trazado discurre por el sur pero después vira ligeramente para cruzar el barranco de Valfarta y confluir con la N-240 donde cruzará el río Alcanadre por el actual viaducto, que se ha desdoblado. A partir de allí, la orografía es más accidentada y se separa. Sin embargo, habrá que abandonar la autovía a la altura del desvío de Abiego. Quedarán pendientes esos 4,5 kilómetros hasta conectar con los 33,4 kilómetros seguidos que ya están en servicio.


El 80%, este año

Será el sexto tramo en abrirse de la A-22 (Huesca y Lérida). El primero que se puso en servicio en esta provincia fue la variante de Monzón (julio de 2008), el siguiente Ponzano-El Pueyo (enero de 2009) y el último la variante de Barbastro (febrero de 2010). En Lérida, el 14 de diciembre de 2009 se pusieron en servicio los dos que suman 9,4 kilómetros hasta la variante de Almacellas. Desde allí hasta Monzón, hay casi 30 kilómetros de autovía en ejecución, repartidos en tres zonas. El único tramo que no está en obras es el citado Huesca-Siétamo.


La previsión con la que trabajaba Fomento a principios de año es que el 80 por ciento de la A-22 podría estar acabada este año. Sin embargo, desde entonces las cosas han cambiado y, como reconoce el senador José María Becana, el Ministerio tendrá que revisar todas y cada una de las obras para ver de dónde se puede recortar presupuesto. Todavía se desconoce cómo afectará a las tres autovías en construcción de Huesca.